La generación Z, aquella que agrupa a los jóvenes nacidos a partir de 1995, posee una relación tan estrecha con la tecnología que casi llega a ser simbiótica. Más del 80% posee un ordenador y smartphone, lo que en el campo de medios se traduce en una inclinación natural hacia los digitales antes que los tradicionales. Y, dentro de Internet, destaca el uso diario y en masa que hacen de las redes sociales.
En 2015 Facebook era la plataforma más popular en este segmento de la población con un seguimiento por encima del 40%. Hoy lo es Youtube con una penetración del 95%.
De un modo u otro, esta generación se ve fuertemente influenciada en sus decisiones de compra por la publicidad en redes sociales. Una circunstancia que no pasa desapercibida para las marcas ni para los medios, que ven en los «Z» toda una oportunidad de mercado.
A medida que aumentaba su poder adquisitivo y reforzaba todavía más su vínculo tecnológico, el interés comercial por este grupo ha ido a más. Sobre todo a raíz de un estudio reciente en el que el 41% de los menores de 25 años reconoce haber sido influido por anuncios de Facebook, el 30% por vídeos de Youtube y el 26% por publicaciones de Instagram.
El 63% ve publicidad en Youtube para apoyar el trabajo de los influencers
Pero, si por algo se definen los jóvenes Z, es por su conciencia ahorrativa y su autonomía en el proceso de compra. «Los jóvenes de entre 12 y 17 años no son adictos a las redes sociales, sino que son adictos a sus amigos», pone de manifiesto una encuesta elaborada por la agencia BETC en referencia al intenso uso de estas plataformas.
En esta misma línea, se subraya la idea de «un uso muy racional», en el sentido de que acceden a una plataforma u otra en función de sus búsquedas. Así, la generación Z utiliza Snapchat para enviar fotos y Whatsapp para comunicarse, lo que cual supone limitar su recepción dependiendo del canal.
Además, las publicaciones de los adolescentes registran tasas de compromiso mucho más altas que las de las marcas. Todas estas conclusiones redundan en favor de Youtube, al que acceden de forma diaria el 73% de los encuestados, convirtiendo sus contenidos en una fuente de información muy valiosa sobre las expectativas de consumo de estos jóvenes.
La ligazón con la plataforma de vídeo no acaba ahí, ya que el 70% de este segmento dice confiar más en sus usuarios que en los famosos. Algo que, nuevamente, favorece la consideración que tienen de Youtube, con la que se muestran más tolerantes que respecto a otras redes sociales. De hecho, el 63% de las personas entre 12 y 17 años ven publicidad en la plataforma como una forma de patrocinar a sus usuarios favoritos.
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