Grandes anunciantes vuelven a anunciarse en X tras la inclusión de su propietario en el Gobierno de Trump
Disney, Comcast o Warner Bros. Discovery han reanudado su planificación de campañas en X en las últimas semanas, aunque con un presupuesto significativamente menor que antes del parón iniciado en noviembre de 2023 tras una crisis de seguridad de marca.
Así lo indican datos de la empresa de inteligencia publicitaria de MediaRadar a los que ha tenido acceso AdWeek.
En concreto, esas cifras reflejan una caída del 98% frente al año pasado en la inversión dedicada por esos y otros grandes anunciantes que se retiraron entonces, de 170 millones de dólares a menos de 3,3 millones.
Pero en todo caso suponen un retorno a la plataforma que algunos analistas achacan a que su propietario Elon Musk formará parte del nuevo gobierno que prepara Donald Trump, que asumirá de nuevo el cargo de presidente de EEUU en dos meses tras vencer en los recientes comicios.
Esa circunstancia habría creado un escenario de incertidumbre entre algunas de esas compañías, que aspirarían a no indisponerse con Musk por temor a posibles represalias desde su futura posición como director del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. Y otras esperarían verse beneficiadas por la nueva perspectiva ante cuestiones como fusiones o adquisiciones.
David Zaslav, consejero delegado de Warner Bros. Discovery, se ha situado en este último grupo. Hace algunas semanas señaló públicamente que espera mayores facilidades para la consolidación de gigantes de la industria audiovisual en dificultades por la debacle de la televisión por cable y los cambios de hábitos de los espectadores respecto a ir al cine.
Ese es un cambio que puede interesar igualmente a Disney y Comcast, afectados por los mismos problemas.
Todos esos actores se ven actualmente constreñidas sus opciones por el endurecimiento de la política antimonopolio de la administración de Joe Biden a través de la Comisión Federal de Comercio (FTC) y el Departamento de Justicia de ese Gobierno.
Y otro sector que se podría ver beneficiado por el giro sería precisamente el de las compañías tecnológicas como X, cuyas perspectivas de negocio pueden mejorar en un contexto menos rígido.
Además el nuevo rol de Musk le ofrece influencia sobre Trump en un frente clave para su red social como es el de la seguridad de marca. Los republicanos tienen ahora más margen para presionar a los anunciantes a los que consideren implicados en presuntos boicots de voces conservadoras porque no solo se han hecho con la Casa Blanca, también tienen mayoría en Cámara de Representantes y Senado.
Según la estimación de MediaRadar a través de su panel con dos millones de usuarios en EEUU, X generó en el tercer trimestre del año 1.800 millones de dólares gracias a la publicidad. Eso supone 700 millones menos que en el mismo periodo del año pasado, en lo que ya es una tendencia a la baja desde que Musk comprara la antigua Twitter confirmada por varias fuentes.
