Spotify habilita la compra de audiolibros en EEUU
Alrededor de 300.000 títulos están ya disponibles para los usuarios de Spotify de EEUU que quieran comprar audiolibros. Podrán buscarlos desde la aplicación y serán redirigidos a una web separada en la que podrán finalizar la transacción. Una vez la hayan completado, podrán escucharlos con conexión y sin ella en las propiedades del gigante de la música y el podcast, que da así su primer paso serio en un nuevo segmento en el que ya venía tomando posiciones tras la compra de la plataforma Findaway.
La hoja de ruta de Spotify en este primer lanzamiento difiere de la de su gran rival Audible de Amazon, ya que al menos de salida no va a ofrecer descuentos para sus suscriptores. Los precios de las obras serán determinados por la compañía en función de sus acuerdos con los editores, con el objetivo de tomar nota sobre el comportamiento de los usuarios en torno a esta nueva oferta y explorar con el tiempo otros posibles modelos. Entre ellos estaría el de introducir publicidad, algo que de momento no está contemplado.
Tal y como hace con la música y los podcast, Spotify sugerirá a sus usuarios nuevos títulos mediante recomendaciones generadas en base a sus pautas de consumo. Nir Zicherman, el directivo que lidera la apuesta como vicepresidente y responsable global de Audiolibros, apunta al respecto que el segmento está creciendo en torno a un 20% anual pero solo supone en torno al 6-7% de todo el mercado editorial. La compañía ve en esos datos una oportunidad sustancial para consolidar su posición como gran entorno de consumo de productos de audio.
El plan de Spotify es aplicar sobre los audiolibros una estrategia similar a la que ha seguido con los podcast, que entraron por primera vez en la plataforma en 2015 y según los últimos resultados ya suman más de 4,4 millones de episodios. Especialmente gracias a Findaway, que habilita la creación de contenidos por parte de aficionados igual que Anchor en el caso de los podcast, y eso es crucial para disponer rápido de un inventario elevado.
La compañía da su primer gran paso en un segmento al que va a aplicar una hoja de ruta similar a la que está utilizando con los podcast.
Además esos autores son más proclives a aceptar acuerdos de ingresos compartidos mediante explotación publicitaria frente a los aquellos cuyos derechos son gestionados por editoriales. Para Spotify este movimiento es clave en la medida en que introduce una nueva fuente de ingresos potencial no sujeta al pago de licencias de la música, que supone su mayor gasto anual. Tras el lanzamiento en EEUU llegará una expansión internacional del servicio de la que de momento no hay más detalles.
