Un estudio aflora el abismo entre el uso de Twitter por parte de los periodistas y audiencia en EEUU

| 1 JULIO 2022 | ACTUALIZADO: 1 JULIO 2022 10:46

El 69% de los casi 12.000 profesionales de la información encuestados por Pew Research Center en EEUU dice que Twitter es la plataforma que más usa o la segunda que más utiliza para hacer su trabajo, por delante del 52% que señala Facebook. Pero es precisamente esta última la más citada si se pregunta a los ciudadanos estadounidenses por su consumo informativo, con un 31% de uso que supera ampliamente el 13% de Twitter. Todo ello sobre el 48% de los encuestados que dice acceder a información a través de redes sociales con frecuencia o en algunas ocasiones.

Estos datos muestran una realidad ya conocida: Twitter es un torrente de conversación pública con alta densidad de periodistas que además elaboran información en torno a lo que pasa ahí, con lo que se tiende a sobrevalorar su representatividad o su relevancia; y Facebook es un entorno más cerrado y con dinámicas más complejas en el que resulta mucho más difícil para los profesionales detectar posibles pistas informativas, pero es la plataforma con mayor tracción del mundo.

El 69% de los periodistas cita a Twitter como primera o segunda red social en importancia para su trabajo y solo el 13% de los ciudadanos consume información en ella.

Los datos de contexto de los participantes contribuyen a definir aún más el escenario, ya que los periodistas de entre 18 y 29 años son los más proclives a decir que Twitter es su primera o segunda herramienta social más utilizada, hasta un 83%. Ese porcentaje va bajando de manera lineal en el resto de grupos de edades hasta alcanzar el mínimo del 45% para los mayores de 65 años. Y el servicio es especialmente popular entre los informadores de origen asiático, que la citan en primer o segundo lugar en un 82%.

Y el detalle de los medios en los que trabajan esos periodistas es igualmente revelador, ya que la aceptación de Twitter alcanza el 80% en el caso de los que lo hacen en televisión, muy por encima del 62% de los que lo hacen en prensa escrita. Uno de los motivos claros es el uso habitual de esta herramienta para recabar opiniones de la audiencia o para encajar mediante una etiqueta la conversación que genere un contenido audiovisual concreto en ella. Si esos comentarios son realizados por un número mínimo de personas, son suficientemente numerosos y generan interacciones adecuadas se puede convertir en tendencia y ampliar la repercusión de esa emisión.