Eduard Pujol: el aspirante al Palau que decidirá sobre las subvenciones a los medios

| 29 ENERO 2018 | ACTUALIZADO: 31 ENERO 2018 9:00

El viraje imprimido por los Godó hacia posiciones más moderadas con respecto al independentismo les ha llevado a prescindir de ciertas piezas con difícil encaje en la nueva etapa del grupo. Sin duda la salida más sonada hasta la fecha ha sido la de Eduard Pujol, quien abandonó la dirección de Rac1 el pasado noviembre para ir en la lista de Junts per Catalunya (JxCAT). A la larga, este descarte podría pasarle factura a la editora de La Vanguardia.

En el intervalo de los dos últimos meses Pujol no sólo ha pasado de simple periodista a diputado en el Parlament, también ha asumido la portavocía del partido que persigue convertir por todos los medios a Carles Puigdemont en president de la Generalitat. Pero además, en los círculos catalanes le ven como firme candidato a ocupar el Palau si finalmente no logran imponer al expresidente en el exilio.

Aunque él mismo se ha descartado como aspirante asegurando que «el plan A, el B y el C es Carles Puigdemont», sus posibilidades son altas. A su favor juega no tener experiencia política y un expediente judicial limpio. Asimismo, cuenta con el respaldo de los políticos independentistas por su trayectoria en Catalunya Ràdio, Barça TV, donde fue director, y en el propio Grupo Godó.

No obstante, si llega a la presidencia o no sería realmente lo de menos. Las fuentes consultadas por este diario aseguran que si JxCAT consigue colocar su candidato, sea él u otro, Pujol se convertiría en el responsable de decidir sobre las subvenciones a los medios catalanes. Un escenario que, a todas luces, perjudicaría a aquellos medios contrarios al posicionamiento secesionista, como ya ocurre actualmente.

Se plantea situarle como el responsable de decidir sobre las subvenciones y publicidad a los medios catalanes

Existen fundamentos para dibujar este cuadro de preocupación. Por un lado, durante sus últimas semanas al frente de Rac1 la emisora había defendido posiciones muy favorables a la independencia unilateral. Esta estrategia, contraria al replanteamiento de los Godó para su negocio de comunicación, propició la búsqueda de un sustituto, que acabaría siendo Ramón Rovira, y su consiguiente salida del grupo.

El cese de Pujol al frente de la radio privada se materializó a través de una carta de dimisión, pero voces cercanas al grupo exponen que no fue nada amistoso. Por tanto, entienden que su llegada al núcleo de la Generalitat puede dificultar seriamente las negociaciones referidas a la asignación de subvenciones y publicidad institucional, tanto con la editora de la Vanguardia como con todos aquellos medios no considerados afines.

En este sentido, cabe recordar que en 2016 el Godó se benefició de publicidad pública por valor de 5 millones de euros, que se repartieron de la siguiente forma: 2,2 millones par a La Vanguardia, 1,5 millones para 8TV (Godó) y 1,3 millones para RAC 1. En cuanto a las subvenciones, es el medio que más dinero recibe junto a Zeta (1,4 millones de 7,3 presupuestados en el 2017).

Sea como fuere, en el caso de ambos grupos las asignaciones de la Generalitat estarían aseguradas y justificadas por criterios de audiencia y estructuras laborales, si bien el ascenso de Pujol podría suponer un recorte a estas cantidades.