EFE ingresa 89,5 M de euros en 2020 y ajusta gastos

2020 no ha sido un año fácil para ningún medio de comunicación. Pero menos lo ha sido para aquellos que tienen a otras empresas periodísticas como clientes. Entre ellas la Agencia EFE, a la que la pandemia sobrevino en una evolución negativa y en pleno desarrollo de un plan estratégico para mejorar su situación económica y adaptar su actividad comercial a las exigencias del mercado.

Según detalla la empresa pública en su memoria anual de 2020, registró un déficit de 8,9 millones de euros. Pese a estar altamente condicionado por la crisis del coronavirus, este resultado sigue la estela de ejercicios anteriores, en los que arrojó unos números rojos de 8,8 millones en 2019, de 6,1 millones en 2018, de 13,17 millones en 2017, de 9,8 millones en 2016 y de 7 millones en 2015.

Como ya publicó Vozpópuli, esta evolución ha llevado a que el patrimonio neto de la compañía se situara por debajo de la mitad de su capital social, lo que en teoría le obliga a reestrablecer el equilibrio, pero las medidas legales de choque adoptadas ante la pandemia dejan en suspenso la casusa de disolución. Una circunstancia que no suaviza su situación económica, como tampoco evita los ajustes “acordados y voluntarios” avanzados por su presidenta, Gabriela Cañas, a finales del año pasado.

Este descenso estuvo motivado por la caída de 2,7 millones de euros en sus ventas, que se situaron en 31,1 millones.

En términos de negocio, EFE cerró el 2020 con unos ingresos de explotación de 89,5 millones de euros, frente a los 92,7 millones del año anterior. Este descenso estuvo motivado por la caída de 2,7 millones de euros en sus ventas, que se situaron en 31,1 millones, ya que 53,2 millones corresponden a la asignación del Estado. «A la tendencia negativa que ya sufrían sus principales clientes se unió el frenazo de la actividad económica general», indica la empresa en su informe.

En este sentido, Vocento, uno de sus clientes más importantes, ha reducido recientemente su contrato al servicio fotográfico, prescindiendo de la información. Desde la agencia relativizan esta revisión contractual, que se une a la paralización de encuentros físicos durante los primeros meses de la pandemia, con el consiguiente impacto que tuvo para sus cuentas el cese temporal de una fuente de ingresos tan destacada. «Progresivamente, sin embargo y gracias al apoyo de las nuevas tecnologías, se fueron reactivando los encuentros híbridos o virtuales. Estos últimos se impusieron para mantener esta parte sustancial de la actividad», destaca el citado informe.

Si bien toda esta situación redundó en los ingresos de EFE, también lo hizo en sus gastos de explotación, que alcanzaron los 100,7 millones de euros. Esta cifra supone un ahorro de casi 3 millones respecto al 2019, gracias a la reducción en los servicios exteriores y costes de personal, que se situaron en 22,6 y 65,2 millones respectivamente. «Es un ejercicio, sin embargo, que EFE ha aprovechado para sentar las bases de esa evolución constante a la que debe someterse toda empresa con ambición de permanencia y mejora», indica la compañía.

Reforzar su perfil multimedia

Desde EFE aspiran a mejorar su posición este 2021 como cuarta agencia del mundo y primera en español. Para ello tiene previsto multiplicar su presencia mundial en vídeo y reforzar su perfil multimedia haciendo uso de todos sus activos, sus delegaciones en España y en el mundo y sus proveedores, así como su importantísimo proveedor de imágenes. En este sentido, se apostará por implantar y extender el MoJo (Mobile Journalism) en cada una de sus delegaciones y corresponsalías de los cinco continentes.

También tiene intención de aumentar su presencia en América, uno de sus principales objetivos es impulsar la verificación de datos en América Latina y convertirse en el verificador de referencia. A nivel internacional, la necesaria rotación de sus periodistas supuso durante el año 2020 el relevo de seis delegados (los embajadores de la Agencia fuera de España) en seis importantes plazas: Bruselas, París, Londres, La Paz, Roma y Sao Paulo. En los primeros meses de 2021 habrá nuevos delegados en El Cairo, Washington, Tokio, Nueva York, Pekín, Puerto Rico y Jerusalén.