El Confidencial ofrece su influencia mediática al mejor postor

| 2 JULIO 2015 | ACTUALIZADO: 23 MARZO 2017 15:36

Los dueños de El Confidencial afirman que su juguete vale 60 millones. Tras conocer en exclusiva sus elevadas pretensiones, este medio se ha puesto en contacto con varios expertos en valoración de empresas para conocer si éstas pueden fundamentarse en criterios de negocio. Todos sin excepción han sido tajantes en afirmar que la cifra de 60 millones es desorbitada. “Si hay alguien dispuesto a pagar tanto no es, desde luego, porque el negocio lo valga”. Sin embargo –apuntan también –un medio de comunicación no es sólo un negocio, sino un altavoz para los distintos intereses políticos y mediáticos. Con las elecciones generales en ciernes, El Confidencial (que afirma ser el tercer diario más leído del país, sólo por detrás de El País y El Mundo) sale a la venta, sin duda, en el mejor momento para poner en valor su atractivo como arma de lucha por el poder.

Pero ¿cuál es el valor real del medio para los expertos? Si nos atenemos a criterios estrictamente empresariales, podemos fijar un rango de precios razonables, según el método que usemos.

Uno de los criterios de valoración clásicos es el que atiende a la capacidad de un negocio para generar efectivo. Si descontamos los flujos de caja futuros que el medio podría generar, el precio se situaría en torno a los 15 millones de euros. Para ello, los expertos se basan en unos resultados de explotación de 390.000 euros, que son los que arrojan las últimas cuentas depositadas del medio, de 2013. “El problema de este método es que no es adecuado para valorar negocios que operan en un entorno tan volátil como la prensa digital, en que los ingresos publicitarios son tan sensibles a la coyuntura”. Este argumento impide, también, prestar demasiada confianza a la noticia que publicó el medio el pasado 18 de junio, según la cual los resultados de 2014 habrían sido “históricos”: “La noticia no ofrece el dato del resultado operativo y por eso es difícil de tener en cuenta para la valoración. Pero cualquier interpretación triunfalista hay que situarla en un contexto de recuperación de la inversión publicitaria: el crecimiento es muy fuerte inmediatamente clausurada una crisis tan profunda pero, a la vez, muy poco sostenible en el tiempo”.

Esta cifra de 15 millones, aunque muy por debajo de los 60 pretendidos, seguiría estando lejos de una valoración razonable. Asesores en operaciones de M&A en el sector de medios online afinan aún más el tiro y afirman que “lo adecuado es acudir a las últimas operaciones comparables que se han producido en el mercado. Por ejemplo, las operaciones de VICE, Hufftington Post, Buzzfeed o Business Insider se pagaron a un múltiplo de unas quince veces EBITDA”. Siguiendo el mismo criterio, la valoración de El Confidencial estaría en torno a los seis-siete millones de euros.

Aún existiría otro método disponible, que es acudir a múltiplos basados en indicadores no financieros, como el número de lectores únicos. En opinión de los expertos, sin embargo, este método no es adecuado para valorar un negocio como El Confidencial. “Acudir al número de usuarios es un método que se usa en startups, normalmente deficitarias, que están inmersas en una estrategia de crecimiento agresiva. Consiguen generar una base muy amplia de usuarios de la que luego poder beneficiarse en una segunda fase, en la que introduzcan cambios en el modelo de negocio: por ejemplo, pasando a cobrar por sus servicios”. Según afirman, tiene poco sentido esperar cambios en el modelo de negocio de El Confidencial: “no se me ocurre qué cambio podría introducir El Confidencial en su modelo de negocio para rentabilizar aún más su base de lectores. Por el tipo de información que ofrecen, y las tendencias observadas en los lectores online, cualquier intento de empezar a cobrar por contenidos tendría un éxito muy discutible”.

A todo ello se suma que el panorama del sector se antoja verdaderamente incierto pasado el verano. La irrupción del diario de Pedro J. Ramírez supone una dura amenaza para los actores existentes. La tarta publicitaria es la que es y El Español va a llegar exigiendo su porción; ello se traduce de forma automática en una disminución de ingresos para el resto.

En definitiva, el moderado interés financiero de la operación, así como el incierto panorama del sector hace sospechar que la gran baza de los dueños de El Confidencial sean las motivaciones de compra de una naturaleza exclusivamente política.