El Independiente se queda corto en su última ampliación de capital
Sin expectativas claras a medio plazo ni un modelo de negocio completamente definido, algunos actores de la prensa digital están atravesando dificultades económicas. Ya no sólo para cumplir con el plan presupuestario, sino también para acceder a nueva financiación.
Ante la situación de escasez propiciada por la saturación del mercado publicitario, una parte del sector ha optado por accionar la palanca de la ampliación de capital para dotarse de recursos suficientes. El Independiente es uno de los medios que más está recurriendo a esta alternativa, si bien en su última ronda no ha tenido mucho éxito.
A finales de 2016, a los pocos meses de ver la luz, el digital dirigido por Casimiro García-Abadillo ya contaba con unos fondos de 2,2 millones de euros tras haber recibido una primera inyección de 1,6 millones. No en vano, el objetivo inicial de Park Row Digital, la sociedad propietaria de El Independiente, era alcanzar los 4 millones de euros.
Esta diferencia con respecto a la cifra proyectada, unida a que los ingresos no han alcanzado las expectativas, reveló que la sociedad no contaba con la financiación suficiente para avanzar en su andadura. A la vista de esta situación, sus responsables plantearon una nueva petición de fondos a mediados del año pasado para reforzar la estructura.
De esta forma, en la Junta General de accionistas del 2019 se aprobó una ampliación de capital por importe de 600.000 euros, el equivalente al 25% del total suscrito. La operación fue apoyada por el 88,72% de los socios con vista a dejarla finiquitada a finales del año pasado.
El periodo de ampliación concluyó el pasado 23 de diciembre sin que se lograra cubrir la capitalización fijada. De hecho el valor total suscrito ha sido de 295.266 euros, menos de la mitad de la cantidad pretendida. Desde El Independiente han declinado pronunciarse sobre esta información.
La necesidad de este dinero respondía en parte a la situación económica de El Independiente, hoy por hoy lejos de cumplir con la hoja de ruta estratégica trazada en sus inicios. En 2018 registró unas pérdidas por encima de los 700.000 euros, cuando la previsión apuntaba a un desequilibrio de medio millón. No en vano, su facturación se incrementó un 16% tras alcanzar el 1,5 millones de euros.
De acuerdo con las últimas previsiones transmitidas a los accionistas del medios, la mercantil contempla seguir reduciendo sus números rojos hasta los 863 euros en 2020, para entrar en un beneficio operativo de 307.492 euros en 2021. Ello dependerá en buena parte de la evolución del negocio de las suscripciones, toda vez que la previsión para dentro de cinco o seis años es estar entorno al 30%.