Escritores y periodistas españoles firman una carta de apoyo al manifiesto contra la cultura de la cancelación publicado en Harper’s
El debate sobre la intransigencia organizada en el discurso público frente a algunas opiniones e ideas ha llegado a España. Un grupo heterogéneo de más de 100 personas de diferentes ámbitos y perspectivas ideológicas ha expresado su apoyo al manifiesto original publicado en Harper’s, en el que otros 150 intelectuales criticaban la cultura de la cancelación y los linchamientos contra personas que expresan opiniones que desafían presuntas corrientes mayoritarias.
Esta adhesión toma forma de carta y en ella los firmantes explican su preocupación por el “uso perverso de causas justas para estigmatizar a personas que no son sexistas o xenófobas o, más en general, para introducir la censura, la cancelación y el rechazo del pensamiento libre, independiente, y ajeno a una corrección política intransigente”. En concreto atribuyen a esa situación consecuencias como represalias en medios contra intelectuales y periodistas que se han mostrado críticos frente a abusos relacionados con el movimiento #MeToo o la causa antiesclavista, que también habrían impactado en España de diferentes modos.
El texto repasa las dinámicas que retroalimentarían ese escenario de forma negativa para la convivencia, en base a “la intransigencia y el dogmatismo que se han ido abriendo paso entre cierta izquierda” y el refuerzo que esto ejercería sobre “posiciones políticas conservadoras y nacionalpopulistas”. Entre estas corrientes se situarían debates que unos u otros pretenden dar por zanjados de distintas formas y por diferentes motivos, a modo de tabúes ideológicos que empobrecen la conversación general.
Entre los firmantes del documento hay nombres muy relevantes de la prensa española, como Juan Luis Cebrián, Nacho Cardero, Arcadi Espada, Juan Cruz, Diego A. Manrique o Jorge Bustos. Y la lista también incluye al Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, el poeta Luis Alberto de Cuenca o el músico Sabino Méndez, así como otros profesionales de ámbitos tan variados como la ciencia, la abogacía, la empresa o la ingeniería.
Los promotores de la idea cuentan que no todos ellos comparten la integridad de lo expresado en la carta, pero pese a ello han decidido firmarla por su sintonía general con lo que el texto da a entender. Que es en resumen la crítica compartida a las “derivas reaccionarias y polarizadas que proponen la cancelación y el linchamiento como medio para conseguir cualquier fin”.
