Miguel Ángel Feito.Miguel Ángel Feito.

La OCU vuelve a recurrir al burofax contra los medios para no dar su brazo a torcer pese a los dictámenes de la AEMPS

| 12 ABRIL 2024 | ACTUALIZADO: 12 ABRIL 2024 17:37

El pasado mes de marzo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) presidida por Miguel Ángel Feito, publicó su habitual estudio anual sobre productos de fotoprotección. En él significaba que varios de los solares que había analizado no cumplían con el nivel de protección que anunciaban y solicitaba a Sanidad su retirada. En esa lista, incluía un fotoprotector de la marca ISDIN (Fusion Water Magic SPF 50) del que aseguraba que no cumplía con el factor FP-UVA que aparecía en su envase.

Pese a que apenas doce horas después, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), dirigida por María Jesús Lamas, desmentía el informe de la OCU respecto al producto de ISDIN y daba razón a la compañía dermocosmética, la asociación de consumidores, en una batalla unilateral contra la marca desde hace años, lejos de aceptar el dictamen de Sanidad insistía e insiste en poner en duda tanto a ISDIN como a la AEMPS.

Numerosos medios de todo el país, tanto especializados como generalistas, publicaron la decisión de la AEMPS de no tomar medidas contra ISDIN ratificando y avalando la protección del producto en cuestión tanto el FP como el Factor UVA. De esos medios, algunos como el portal Consalud criticaron a la OCU por su insistencia en perjudicar a determinadas marcas. Con el titular ‘La OCU reincidente’ Consalud informaba de que no era la primera vez que la organización de consumidores publicaba informes que provocaban alarma social, preocupación y problemas de reputación a ciertas compañías. Se trataba de un editorial, donde el medio ejercía su derecho opinión y de libertad de prensa donde ponía en duda la veracidad de ese último informe.

Pues bien, la reacción de la OCU, aun teniendo el dictamen contrario de la Agencia Española del Medicamento, fue enviar un burofax al medio exigiendo una rectificación. En ese burofax, entre otros puntos, se agarran a que la AEMPS no desmentía su estudio y que sí se retiraron tres de los seis productos denunciados.

Pero lo cierto es que la Agencia Española del Medicamento fue muy clara en su comunicación donde afirmaba que la OCU había realizado su ensayo para el producto de ISDIN con un método ‘no oficial’: “Para el cálculo del FP-UVA según el método UNE EN ISO 24443, se requiere el dato del FPS in vivo del producto, obtenido mediante el método oficial UNE EN ISO 24444. La OCU no ha realizado este último ensayo, utilizando para el cálculo del FP-UVA un dato obtenido por un método no oficial actualmente en evaluación, por lo que el valor de FP-UVA obtenido por la OCU no se considera determinante para la toma de decisión”. Y añadía que sobre “el posible incumplimiento que afectaba al FP-UVA. ISDIN ha facilitado dos ensayos, uno realizado con el método oficial in vivo (UNE EN ISO 24442), y otro con el método oficial in vitro (UNE EN ISO 24443). En ambos casos el resultado obtenido apoya la reivindicación de la etiqueta”.

No es la primera vez que la OCU recurre a estos métodos contra medios y periodistas, a los que ha llegado a poner demandas por difamación o injurias, que finalmente han sido desestimadas. Es habitual el uso del burofax cuando sus informes son rebatidos, o aparecen informaciones que afectan a sus intereses o a su entramado societario. Consalud ha recibido en los últimos años varios burofax de OCU, pero otros medios como Merca2, por la información ‘Cuatro directivos de la OCU tienen intereses empresariales y políticos’; o Eldiario.es por publicar la información ‘Consumo obliga a la OCU a entregarle el acuerdo que firmó por Facebook para retirar una demanda millonaria’ también han sufrido las exigencias de la organización para rectificar esas informaciones, contrastadas y por lo tanto publicadas.

En el asunto de los protectores solares, que tanto preocupa a la organización de consumidores, ya en 2019 recibió la réplica y el calificativo de escasa veracidad tanto de colegios de farmacéuticos, de la patronal de productos cosméticos (STAMPA), de la propia AEMPS y de numerosos medios.

En el estudio de ese año, donde la OCU volvía a poner el foco en determinadas marcas como ISDIN y Babaria pidiendo la retirada de un fotoprotector pediátrico, la Agencia Española del Medicamento respondía que “los estudios de ambas empresas confirman que el factor de protección solar se corresponde con su etiquetado».

La AEMPS, tras la valoración de toda la información disponible y teniendo en cuenta que no se han recibido en el Sistema Español de Cosmetovigilancia notificaciones de efectos graves no deseados de los productos mencionados, considera que no hay evidencia de riesgo para la salud humana, siempre que los productos solares se utilicen de acuerdo con el modo de empleo indicado en sus etiquetados”.

Y, a pesar de tan tajante resolución, desde la OCU insistieron en la defensa de su informe poniendo en duda a la AEMPS y a las marcas, y presionando a los medios críticos con su forma de actuar.