Jorge Javier Vázquez, presentador de Gran Hermano.

La productora de Gran Hermano pierde fuelle pese a sumar encargos

| 23 AGOSTO 2019 | ACTUALIZADO: 26 AGOSTO 2019 9:09

Aunque el hilo vital de un programa en televisión está a merced del favor de los espectadores, son los responsables de las cadenas los encargados de cortarlo si no cumple con sus expectativas, de audiencia o comerciales. Esto hace que la producción televisiva sea un negocio sujeto a fuertes variaciones. Y en los tiempos que corre, a presupuestos cada vez más ajustados.

Así se explica por ejemplo que Zeppelin, la productora responsable de Gran Hermano, cerrara el 2018 con una caída interanual del 10% en su volumen de negocio pese a que desarrolló varios proyectos audiovisuales.

La factoría de entretenimiento ingresó 26,8 millones de euros el año pasado, frente a los 29,8 millones del 2017. La empresa atribuye este retroceso al rendimiento en la prestación de servicios, actividad que se redujo más de la mitad al pasar de 7,7 millones a 3 millones de euros.

En cambio, las ventas se incrementó un 6%, hasta los 23,8 millones de euros, fruto del aumento en el número de encargos.

Además del formato estrella de Telecinco en el prime time, la actividad productiva de Zeppelin durante el transcurso del año pasado incluyó la segunda temporada de El Puente y la primera de Skam, además del talent musical Fama. Todas ellas por encargo de Movistar.

No obstante, y a falta de conocer las cifras de otras empresas del sector, los números obtenidos por Zeppelin son garantía suficiente para figurar un año más entre las diez productoras con más ingresos en España. El año pasado ocupó el séptimo puesto, por detrás de 7 y Acción (El Hormiguero).

La caída de la facturación se compensó con contenciones en los gastos de personal y de explotación. La primera partida alcanzó los 10,3 millones de euros tras reducirse en medio millón de euros, mientras que la segunda se recortó un 10%, hasta los 9,1 millones de euros.

Tampoco se vio resentido el resultado del ejercicio, que se cerró con unas ganancias de 2,1 millones de euros, cifra que supone un ligero descenso respecto a los 2,3 millones obtenidos en 2017. El beneficio se destinó íntegramente al pago de dividendos.