La propiedad de la información: cuando los medios no citan

| 14 JUNIO 2017 | ACTUALIZADO: 16 JUNIO 2017 12:06

La gratuidad de la información en Internet ha roto con algunos de los pilares que hasta hace no mucho se consideraban básicos en el periodismo. Uno de los que más validez ha perdido entre ciertos tipos de medios es el buen hábito de citar a la fuente original de una información, sobre todo cuando se trata de otro medio.

Arrogarse una información revelada y publicada por otro medio sin hacer referencia a la fuente original es de lo más habitual en el entorno digital. Ahora bien, no es que se trate de una mala praxis extendida, puesto que la mayoría de publicaciones digitales consolidadas asumen la citación como una norma de estilo. 

Sí es, en cambio, el proceder habitual de aquellos medios que persiguen captar el mayor tráfico posible, en muchos casos a costa de subestimar el trabajo de investigación y comprobación de la competencia.

En los tiempos anteriores a la irrupción digital eran mayoría los medios de comunicación que desarrollaban el ejercicio de la profesión bajo la guía de un libro de estilo, un manual que acogiera las normas de conducta periodísticas y pautas de escritura a seguir. Prácticamente todos hacían referencia a la importancia de citar siempre a la fuente de la que procedía la información, por una cuestión de comportamiento profesional.

Así lo recoge el Manual de Estilo de El País en su título VI: «Las noticias reelaboradas con datos de diversa procedencia se firmarán con el nombre de la fuente y el lugar de origen de la crónica o despacho de agencia más utilizado, pero sin dejar de mencionar en el texto a las otras fuentes —sobre todo cuando se trate de datos facilitados exclusivamente por una—. Un redactor que documenta ampliamente una noticia puede firmarla. No obstante, cuidará de citar en el texto las fuentes de esa noticia elaborada».

Pero en los tiempos de inmediatez que impregnan Internet muchas publicaciones deciden omitir la mención o el enlace a otros medios, bien por el impulso de querer situarse  como los primeros de cara a la galería, bien porque todavía hay medios que conciben la cita como un signo de debilidad.

Primicia frente exclusiva

Basta con consultar a diario varios medios digitales para detectar cómo una noticia que abría la edición de una publicación a las pocas horas es recogida por el resto de la competencia, en algunos casos citando y en otros no. También es habitual el medio que deja pasar un tiempo (puede ser un día o varios) antes de publicar una información que, en esencia, es la misma sin hacer mención alguna.

En estas circunstancias lo normal es que una llamada entre redacciones resulte más que suficiente para solucionar el equívoco, pero también cunden los casos en los que el medio que ha llegado segundo se ampara en que la noticia en cuestión se trata de una simple primicia y no de una exclusiva. Calificativo que, en su opinión, exime de la obligación de hacer referencia al medio original.

Dentro de la profesión se entiende que primicia es aquella noticia de la que informa un periodista o un medio antes que nadie, mientras que exclusiva, según la definición de la RAE, es una «noticia conseguida y publicada por un solo medio informativo, que se reserva los derechos de su difusión».