La radio digital no termina de despegar en España

| 7 JULIO 2016 | ACTUALIZADO: 7 JULIO 2016 1:03

Noruega mantiene su intención de ser el primer país del mundo en implantar la transición a la radio digital. El país escandinavo prevé cumplir con los plazos que se fijó en su momento, por lo que a partir de enero de 2017 empezará a realizar diversos apagones en la frecuencia modulada. Es un proceso que tendrá un ahorro previsto de 25 millones de dólares y que guarda ciertas similitudes con la adaptación a la televisión digital terrestre (TDT) llevada a cabo años atrás.

Mientras que Noruega ya ha puesto fin a su radio analógica en favor de transmisión digital de audio (DAB por su acrónimo en inglés), en el resto de países europeos la transición se desarrolla a un ritmo mucho más lento. Suecia programó el apagón para el año 2022 en un primer momento, pero a día de hoy lo ha retrasado a 2025, por lo menos. Reino Unido optó por dilatarlo a 2019 cuando inicialmente estaba previsto para 2015. Ante este panorama, cabe preguntarse ¿en qué punto se encuentra España?

«En España no hay principio ni hay fin para el proceso de digitalización terrestre de la radio», explican a DIRCOMFIDENCIAL fuentes del sector radiofónico. «Había un plan técnico para todo el desarrollo que empezó de un modo muy ambicioso gracias al cual todo el mundo estaba convencido de que iba a ser mucho más rápido, pero con el paso de los años se ha ralentizado más«.

Fuentes de la radio explican que la ralentización en la transición digital se explica, en parte, en el hecho de que no se haya fijado una fecha límite

Cuando surgió la DAB se pusieron en valor todas las ventajas de la tecnología: que además de mejorar la calidad del estéreo, iba permitir alojar en el mismo espectro de frecuencias más cadenas que la FM (hasta un máximo de seis) y abría al oyente la posibilidad de contar con elementos hasta ese momento imposibles, como imágenes o vídeos.

Pese a todas las características resaltadas, las mismas voces de la radio destacan que «nunca se encontró un elemento diferenciador para el oyente». Aún así, la red comenzó a desplegarse en 2002 y dos años después ya se daba cobertura a la mitad de la población. No obstante, la rapidez del desarrollo técnico no fue correspondida con la acogida de un consumidor que seguía sin entender las ventajas de este nuevo formato.

Con la llegada de la DAB+, una mejora del estándar tecnológico, el Ministerio de Industria toma la decisión de reducir la cobertura de la versión interior al 20% y, como consecuencia, a día de hoy solo se emite en los puntos más céntricos de Madrid y Barcelona. Medidas que, en rigor, tampoco han conseguido animar a los oyentes a pasarse a la radio digital, a pesar de los avances técnicos y tecnológicos.

En este sentido, fuentes de las ondas comentan que «durante años hemos estado emitiendo la señal pero no hemos tenido oyentes y el retorno de la inversión es dudoso». Asimismo, aclaran que el retraso en la digitalización responde a varios motivos, pero principalmente al hecho de que nunca se fijó una fecha para el apagón analógico. Sostienen que mientras el Gobierno no establezca un plazo máximo los consumidores no se harán con un dispositivo DAB+ y seguirán sintonizados a la frecuencia modulada.

El reducido número de receptores digitales

Si bien durante el proceso de transición a la TDT se realizaron varias campañas para informar de las razones de este cambio, en el caso de la radio digital no se llevó a cabo ninguna. No se alentó en la compra de receptores digitales, cuyo aspecto se asemejan bastante al de una radio, aunque por otro lado el precio de los primeros que salieron al mercado era bastante elevado. Para más inri, muchos se quedaron desfasados con la introducción del DAB+.

Según las fuentes consultadas, otro de los principales problemas por los que la digitalización del espectro radiofónico no es una prioridad en España radica en las deficiencias detectadas en los receptores. En contra de lo predicado, la recepción de su señal es todavía limitada dentro de los edificios y hace que en ocasiones el estéreo se pierda en muchas ocasiones.

Por otro lado, y aunque se ha abaratado con respectos los primeros años, el precio de estos dispositivos continúa siendo mucho más elevado que el de una radio analógica, lo que supone una traba a la hora de promover una renovación de la tecnología. Es el caso, por ejemplo, de los coches, donde por lo general se consume mucha radio y no suelen tener equipados receptores de DAB+, salvo los vehículos de fabricación más reciente.