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Las recomendaciones sobre el uso de redes sociales de The Washington Post muestran la complejidad de encajar las marcas personales de sus periodistas

| 11 JUNIO 2020 | ACTUALIZADO: 12 JUNIO 2020 9:17

La muerte de Kobe Bryant en enero desató un debate imprevisto en el lugar menos esperado. La periodista Felicia Somnez fue suspendida y más tarde restituida en su puesto en The Washington Post por tuitear ese mismo día sobre la acusación de violación contra el jugador, tras desatar con esas publicaciones un clima de hostilidad contra el periódico en Twitter. Aquella controversia ayudó en parte a promover la creación de un documento de recomendaciones que fue ha sido filtrado recientemente por Ben Smith, columnista de medios de The New York Times.

El texto fue elaborado por un comité de trabajadores con el resultado de consultas a docenas de compañeros y resume lo complicada que resulta a menudo la coexistencia entre la marca profesional de un medio y las marcas personales de sus periodistas. Cuatro recomendaciones esenciales lo vertebran: redefinir el propósito del uso de redes sociales; reconocer los problemas que afrontan los profesionales en esas plataformas y apelar al apoyo del periódico en ellos; crear un proceso transparente de aplicación de la normativa que destaque buenas prácticas; cambiar la cultura de la redacción.

En lo relativo al primer punto, los autores del escrito destacan que el actual marco normativo de uso de redes sociales por parte de los trabajadores data de 2011, lo que supone que ha quedado muy desfasado respecto a la realidad actual. Y eso se resume, por ejemplo, en que algunos periodistas ven Twitter como una parte de su trabajo pero no saben determinar cuál es su misión ahí. Por ello se sugiere que se explique de forma clara y consistente a los miembros del diario qué es adecuado y qué no, y adaptarlo de forma acorde a los tiempos cuando corresponda.

En segundo lugar, redactores consultados por ese comité le reconocieron sentirse indefensos ante ataques y amenazas en esas plataformas. En esto se considera que el periódico podría hacer más en su defensa e incluso se le sugiere crear un puesto específico para velar por su seguridad en redes sociales.

La tercera recomendación viene a solicitar una mayor claridad en la aplicación de la normativa interna, que según algunos periodistas consultados no se aplica de la misma forma en función de quién sea el protagonista. En base a esa perspectiva, las mujeres, miembros de minorías o profesionales de perfil bajo tienen más posibilidades de ser amonestados que periodistas blancos o redactores estrella por una misma actitud en cualquier espacio público online.

Por último, el comité recomienda un cambio de cultura de la redacción, partiendo de la idea de que la actual es la que promueve en parte visiones conflictivas o contradictorias sobre qué hacer redes sociales. El contexto de fondo es el de las diferencias generacionales que crean problemas de entendimiento entre veteranos y jóvenes. Entre los primeros la experiencia en plataformas es reducida, mientras que los segundos han llegado con ella incorporada al periódico. Esa perspectiva diferente influye de manera decisiva en cómo se evalúan los comportamientos.