Los estadounidenses disparan su gasto en streaming un 27% pero marcan el límite a nuevas subidas de precios
En promedio los hogares de EEUU invierten 61 dólares al mes en hasta cuatro servicios de streaming, un 27% más frente a los 48 del año pasado por el contexto de subidas de precios.
Ese es uno de los datos clave que deja la 18ª edición del informe Digital Media Trends de Deloitte, que refleja igualmente que ya un 36% de los encuestados considera que el contenido accesible no está a la altura de lo que pagan y casi la mitad cancelaría su suscripción favorita si esa cuota se incrementara en hasta cinco dólares más.
Ambos datos muestran un recorrido corto para esa estrategia a nivel general, que en todo caso va en línea con un porcentaje elevado de abandonos. Hasta un 40% de los consumidores participantes indicaron que habían cancelado alguna suscripción a plataformas de vídeo bajo demanda en los últimos seis meses, si bien en el anterior estudio la cifra alcanzaba el 44%. Los datos apuntalan la tendencia ya conocida de altas intermitentes para ver un contenido determinado, especialmente prevalente entre los más jóvenes.
Ante esa realidad de consumo fragmentado los encuestados muestran su preferencia mayoritaria por una eventual agregación de servicios. Dos tercios querrían tener esa posibilidad y casi el mismo porcentaje desearía que ese conjunto fuera personalizable cada mes. Paradójicamente, eso podría ayudar a las operadoras de televisión por cable, que precisamente han ido perdiendo clientes a manos del streaming. La llegada de la publicidad a esas plataformas dispara su interés por incrementar su alcance para absorber más presupuestos y las pone en disposición de negociar su participación en paquetes con rivales, como es el caso de Verizon en EEUU con Netflix y Max.
Otro problema que refleja el estudio es la dificultad que casi la mitad de los encuestados afronta para encontrar algo interesante que ver. Ese porcentaje es aún mayor entre los usuarios más jóvenes que consideran que reciben mejores recomendaciones en redes sociales que en los propios servicios que alojan los contenidos, con un papel prevalente de los creadores de contenidos en ese descubrimiento y también con el concurso de campañas publicitarias en esos entornos.
La mitad de los encuestados cancelaría su servicio favorito si lo que paga mensualmente por él se encareciera en cinco dólares y un tercio ve ya descompensada la cuota frente a la oferta.
Todo ello ayuda a explicar que el consejero delegado de Disney Bob Iger apuntara recientemente en un evento que la plataforma de Disney+ está por detrás de las capacidades técnicas de la de Netflix. Gracias a ellas el líder del mercado es capaz de resucitar de manera exitosa contenidos antiguos de terceros como la serie Suits o crear fenómenos globales a partir de producciones locales como El Juego del Calamar y La Casa de Papel.