Los periodistas pierden peso en las plantillas de los medios digitales

| 30 SEPTIEMBRE 2016

Una de las pruebas que evidencia lo mucho que ha cambiado el sector mediático en los últimos años radica en la dificultad que entraña, cada vez más, encontrar periodistas en la redacción de un periódico. Si la redacción pertenece a un medio digital, entonces la complicación es todavía mayor.

Más que una hipótesis, se trata de un hecho que refrenda el siguiente dato arrojado por la Oficina de Estadística Laboral (BLS por sus siglas en inglés) de Estados Unidos: entre noviembre de 2007 y marzo de 2016 el número total de periodista trabajando en la industria de las publicaciones ha pasado de los 341.900 trabajadores a los 183.200.

Aunque la cifra no arroja el dato único de los periodistas en el ejercicio de la profesión, sirve para ilustrar la situación de un sector inmerso desde hace mucho en la transformación digital. Prueba de ello es la enorme popularidad ganada por los diarios nativos digitales, que ha permitido compensar la pérdida de fuerza de trabajo experimentada en la prensa tradicional. Volviendo a los datos de la BLS, en Estados Unidos el número de empleados en medios digitales se ha triplicado a lo largo de la última década.

En la última década el número de periodistas y editores digitales se ha triplicado pero no ha compensando la caída en la prensa tradicional

Un estudio realizado por la Universidad de Columbia plasma esta migración de la prensa a Internet con un dato demostrativo: en 2005 por cada periodista digital había 20 en prensa. Diez años después, la proporción es de uno a cuatro. Es decir, en este tiempo el número de periodistas y editores de prensa se ha reducido drásticamente, de 66.490 a 41.400, lo que supone una reducción del 38%. En contraposición, en el ámbito digital esta cantidad ha pasado de los 3.410 a los 10.580.

A la vista de estas cifras, resulta evidente que el aumento de fuerza laboral en el ámbito digital no es lo suficientemente pronunciado como para compensar el descenso registrado en la industria de la prensa tradicional. También pone de manifiesto una tendencia inequívoca: los periodistas han perdido peso en la plantilla de los medios de comunicación en detrimento de otros puestos de trabajo, como son los informáticos o los publicistas.

Varias razones explican esta pérdida representativa. Por un lado, la pérdida de empleo no ha sido uniforme en términos demográficos, ya que en las zonas de influencia ha sido menor. Ello ha propiciado que en algunas ciudades pequeñas haya actualmente menos cabeceras que antes de la crisis económica,

Por otro lado, los duros ajustes ejecutados en la mayoría de las empresas, razonados por lo general por la pérdida de publicidad y el descenso en la venta de ejemplares (en el caso de aquellos diarios con soporte papel), han afectado profundamente al ejercicio de la profesión. Los buscadores de Internet favorecen las noticias con textos más cortos, por lo que la mayoría de editores prefieren dar preferencia a estos contenidos en lugar de a reportajes más extensos. Y es que, en comparación, el beneficio publicitario de los primeros es mucho mayor teniendo en cuenta el tiempo y esfuerzo de elaboración también es menor.

Las consecuencias inmediatas de todo lo anterior son dos: en primer lugar, las plantillas de los medios, ya sean de papel o digitales, están cada vez más adelgazadas de periodistas. Esto lleva a un aumento inevitable en los datos de periodistas desempleados, que en nuestro país se situaba en los 31.800 en el segundo cuatrimestre de 2016.

En España esta situación se ha visto agravada por la concatenación de EREs ocurrido desde 2008. En este tiempo se ha despedido a más de 11.000 profesionales por medio de esta práctica, cifra que da pie a la formación de una tormenta perfecta que no presenta visos de remitir en el futuro próximo.