Los trabajadores de Canal Sur se rebelan contra Susana Díaz en plena campaña
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha encontrado durante toda su legislatura un aliado en la Radio y Televisión Andaluza (RTVA). Al igual que sus predecesores en el cargo por otro lado. Al fin y al cabo, la mayoría de la que goza el PSOE en el consejo del organismo le ha garantizado un trato cuidadoso de su imagen en el medio público.
A priori, esta representación en un órgano cuya renovación está pendiente desde 2014 -con todos sus consejeros caducados- pero para el que no hay voluntad de cambio, promete ser una baza a favor de la candidata socialista de cara a las elecciones andaluzas del próximo 2 de diciembre. Sin embargo, hace un mes que los trabajadores de RTVA empezaron a rebelarse contra el Gobierno autonómico por la situación de ‘abandono’ que atraviesan la televisión y radio públicas.
Las protestas comenzaron el pasado octubre, cuando los empleados de Canal Sur organizaron los llamados ‘Miércoles al sur’, jornadas en las que visten de ese color y se movilizan por la degeneración del servicio público, que desde hace unos años viene sufriendo un recorte progresivo en sus medios humanos y materiales.
Con el paso de las semanas, las movilizaciones van en aumento, así como su tono, hasta coincidir con la campaña electoral. Sus quejas se centran en dos aspectos: por un lado, en que el abandono de RTVA por parte de la Junta, que decide sobre su financiación, le ha llevado a una situación de decadencia.
A la escasez de medios y la falta de mantenimiento en los equipos técnicos se suma la decisión de contratar cada vez a más empresas externas para la realización de ciertos servicios y programas. Esto ha llevado a la supresión de ciertos contenidos considerados de servicio público.
A la escasez de medios y la falta de mantenimiento en los equipos técnicos se suma la decisión de contratar cada vez a más empresas externas.
Por otro lado, la irrelevancia en la que ha ido cayendo Canal Sur hace que penda su cabeza la sombra de un más que posible recorte del personal en nómina, que desde 2012 ha pasado de los 1.700 trabajadores a los 1.445. Una decisión nada popular sobre la que deberá pronunciarse el próximo Gobierno que salga elegido, pero que lleva trazas de tomar consistencia en vista de los más de 80 millones de euros anuales que se van en la plantilla.
Un ejemplo de esta situación es el del emblemático espacio informativo ‘Andalucía Directo’, en manos de la productora Andalucía Digital Multimeida (ADM). Sus trabajadores han convocado paros parciales ante las condiciones laborales que arrastran desde hace años. Denuncian jornadas de trabajo de hasta doce horas, unos salarios insuficientes y desiguales pese a que los redactores trabajan con profesionales de RTVA.
