Pese a que se encuentra muy avanzado el 2017 -prácticamente ha consumido su primera parte- el grupo Prensa Ibérica acaba de depositar en el Registro Mercantil los resultados económicos consolidados del 2015. La compañía controlada por la familia Moll obtuvo un beneficio de 2,12 millones de euros ese ejercicio.
Este resultado es ligeramente inferior al que arrojó en 2014, cuando tras dos años en números rojos logró unas ganancias netas de 6,841 millones de euros. Su cifra de negocios también se ha visto reducida, toda vez que ingresó 169,4 millones de euros, lo que representa un descenso del 11% con respecto a los 191,1 millones facturados en 2014.
Al cierre del 2015, la compañía capitaneada por Javier Moll, quien desde hace dos semanas también preside la patronal de la prensa escrita –rebautizada como AMI– mantenía su deuda con las entidades financieras en los 12,6 millones de euros. A su vez, vuelve al mercado en el que opera y a la difusa situación económica como principal riesgo.
Asimismo, en su memoria consolidada se hace una referencia más clara a la creación en septiembre de 2015 de Prensa Ibérica Media, en su momento nueva sociedad encargada de agrupar todo su negocio editorial en nuestro país. Lo hizo, tal y como recoge en las páginas, con vistas a «abrir el campo de eventuales alianzas y operaciones corporativas» con otros actores del sector.
Estos resultados afloran en un momento en el que las compañías editoras se preparan para una reordenación en el sector
Como resultado de este proceso de escisión, se procedió a traspasar la parte del patrimonio correspondiente a la actividad mediática a esta nueva sociedad beneficiaria. Patrimonio que, según especifica la compañía, está valorado en un total de 132,59 millones de euros.
Aquí se incluirían todas las cabeceras de prensa Ibérica, que edita 16 periódicos regionales: Diari de Girona, Diario de Mallorca, Diario de Ibiza, La Provincia, El Faro de Vigo, la Información (Alicante), Regió 7 (en Manresa), Levante EMV, La Opinión de A Coruña, La Opinión de Murcia, La Opinión de Málaga, La Opinión de Tenerife, La Opinión de Zamora; y los deportivos Superdeporte y Estadio Deportivo.
Como fuere, estos resultados afloran en un momento en el que las compañías editoras han pasado de ver los procesos de consolidación como una posibilidad muy remota a situarlos en el centro de sus proyecciones. Y, si bien es cierto que en los mentideros del sector siempre se ha asegurado que Prensa Ibérica compra «bien y a buen precio», a día de hoy no resultaría en absoluto excesivo pensar en una operación que involucrase a los principales actores del mercado.
De un lado, su principal competidor en el sector de la prensa regional, Vocento, lleva meses haciendo alusión a que dispondrán de una buena posición en el baile de la consolidación. La gestión editorial y los resultados de sus últimos ejercicios así lo avalan, pero todavía tienen que lograr calar esa idea dentro de su seno. No en vano, hasta su presidente, Santiago Bergareche, ya reconoció en la última Junta de Accionistas que el grupo «mantendrá una posición activa en este sentido».
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