Thomson Reuters invertirá más de 100 M al año en inteligencia artificial
La empresa propietaria de la agencia de noticias Reuters se lanza de lleno a desarrollar aplicaciones propias de inteligencia artificial que potencien su negocio de información para profesionales.
El gasto anual previsto para ello superará los 100 millones de dólares sobre un eventual fondo de dinero disponible para inversiones de unos 8.000 millones, según ha contado su consejero delegado Steve Hasker a Financial Times antes de su día del inversor.
Thomson Reuters cuenta con que esa tecnología transformará el negocio con el que hoy tiene al día a abogados, contables y otros profesionales.
El giro hacia la inteligencia artificial va en línea con el plan de dos años con el que se fijó la transformación de la compañía desde un proveedor de contenidos a una empresa tecnológica impulsada por ellos. Completada ya en 2023, esa transición precede a la que Hasker espera que Thomson Reuters afronte gracias a esas nuevas posibilidades. Para ello ha desembolsado en los últimos 18 meses en torno a 2.000 millones de dólares en comprar varias empresas en la órbita de sus negocios actuales, todas ellas con capacidades vinculadas a la inteligencia artificial.
Con esas operaciones pretende ampliar las incursiones en esa tecnología que lanzó el año pasado, que permiten formular preguntas legales complejas y recibir respuestas asistidas por inteligencia artificial a partir de fuentes fiables. Y de hecho para 2024 el objetivo de Thomson Reuters es estrenar entre seis y ocho productos más, una dinámica de innovación en la que su agencia de noticias tiene protagonismo más allá de que en 2023 ya apenas generara la décima parte de todos los ingresos del grupo después de posponer un muro de pago.
El conglomerado completó el año pasado su transformación de proveedor de contenidos a empresa tecnológica impulsada por ellos.
Eso podría cambiar gracias a eventuales acuerdos con un número indeterminado de actores que quieren usar el contenido de ese servicio para entrenar sus diferentes modelos. Hasker no ha ofrecido detalles sobre las cifras que se manejan en esos tratos porque “parece haber un precio de mercado que evoluciona” y tampoco ha querido comentar nada sobre la demanda presentada contra Ross Intelligence, una compañía de investigación legal impulsada por inteligencia artificial. El resultado de esa causa puede marcar un importante precedente para la relación de este tipo de empresas con el sector de los medios, igual que sucede con el procedimiento abierto por The New York Times contra OpenAI.
La compañía puede permitirse todas las inversiones previstas gracias al flujo de caja positivo que generan sus negocios actuales, pero también por los ingresos multimillonarios que espera percibir por la venta del resto de sus acciones en London Stock Exchange Group. Su salida del gigante bursátil se producirá a partir del primer trimestre del próximo año, periodo en el que se cumple el bloqueo operativo asumido tras su entrada en el capital en 2019 como parte de la venta al conglomerado de su negocio de datos financieros Refinitiv.