Urbano Cairo extrema los recortes: no cubrirá las bajas laborales que se produzcan en la plantilla

En Unidad Editorial la política de control de costes ordenada desde Italia se ha convertido en un precepto a cumplir al extremo. En todos los aspectos. Después de revisar detalladamente las cuentas del grupo al poco tiempo de asumir el control de RCS Mediagroup, Urbano Cairo y su equipo de confianza establecieron una economía de guerra.

Hace unas semanas los trabajadores del grupo recibieron un comunicado en el que se les recordaba la necesidad de hacer un esfuerzo para no gastar más de lo necesario en su actividad diaria, como es el uso de servicios de taxis, los gastos en viajes y las comidas de trabajo.

En medio de esta situación de austeridad máxima, esta semana la compañía ha anunciado recortes sobre nuevas líneas de costes. En esta ocasión en relación a la plantilla y, más concretamente, sobre la posibilidad de realizar futuras contrataciones, puesto que durante su primera visita a Unidad Editorial Cairo transmitió a los representantes que no tenía intención de acometer ningún despido.

Los representantes de los trabajadores de Unidad Editorial han recibido un mensaje en el que se les informa que, por razones económicas, no se cubrirán las bajas laborales o excedencias que puedan producirse dentro de la plantilla. En otras palabras, no habrá nuevas incorporaciones en ninguno de los negocios del grupo.

Si bien es cierto que esta decisión no tiene un impacto directo sobre la situación laboral de los empleados, pero sí sobre desempeño diario de algunas empresas de la compañía, como es el caso de las publicaciones que edita. Es lo que pasa con la redacción de El Mundo, que quedó especialmente diezmada tras el ERE del año pasado. Como consecuencia de ello, áreas como Nacional han detectado dificultades a la hora de cubrir la actualidad en los periodos de mayor actividad informativa.

El Consejo de Administración de RCS se reunirá mañana en Milán para abordar una hipotética fusión con Cairo Communication.

De esta manera, la nueva medida ordenada por el presidente de RCS puede condicionar a todos aquellos trabajadores que se hayan planteado solicitar una excedencia por motivos personales.

La empresa no ha concretado cuánto tiempo se prolongará esta política de contención, pero sí ha explicado que el presupuesto previsto para el 2017 estará centrado en un ahorro de costes con el que pretenden conseguir 3 millones de euros.

Sea como fuere, el Consejo de Administración de RCS se reunirá este viernes 17 de marzo en Milán para tratar dos cuestiones fundamentales: por un lado, revisar y aprobar las cuentas de 2016, donde se espera una tendencia positiva tras los recortes aplicados aunque sin alcanzar el equilibrio. Por otro, se abordará una hipotética fusión entre RCS y Cairo Communication, una posibilidad que se planteó el pasado verano pero que sigue sin estar clara.