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¿Son las tecnologías buenas o malas para los más pequeños?

| 6 OCTUBRE 2015 | ACTUALIZADO: 6 OCTUBRE 2015 9:11

Parece que los niños de hoy vengan con un iPhone debajo del brazo, pues desde que son muy pequeños ya saben exactamente cómo deslizar su pequeño dedo por la pantalla, e incluso se creen que la televisión es táctil. Pero muchos padres y madres empiezan a tener la natural preocupación de si todo esto es conveniente para sus hijos o por el contrario les perjudica. Lo que ocurre con los cambios recientes en una sociedad es que nadie que no sea adivino puede medir las consecuencias, porque aún la generación más joven no ha demostrado los efectos secundarios de su vida 2.0. En todo caso, hay algunos puntos que pueden ayudar a encontrar un sano equilibrio en el uso de la tecnología, para garantizar que al menos el cambio social y personal sea progresivo y esté compensado.

Ayúdale a comunicar de distintas maneras. Puede que se acostumbre a utilizar el chat para hablar con sus amigos, ahora que el Whatsapp se ha introducido como un standard de comunicación en nuestras vidas, pero enseñale a diario a practicar la conversación, tanto con la familia como con sus amigos. La tecnología puede ser un complemento útil, pero no debería sustituir el lenguaje oral, la mirada y todos los componentes tan importantes de la comunicación directa y personal.

– Da ejemplo con tu propio uso de las tecnologías. Muchos padres olvidan que la manera más importante de influir en los hijos no son los castigos ni los grandes discursos, sino el ejemplo que les demos. Si quieres que estudien, que tengan amigos, que salgan al aire libre y que desconecten el teléfono mientras cenan en familia, empieza por dar ejemplo tú. Añade a tu vida ejercicio físico, sonrisas que vayan más allá de los emoticonos y aficiones varias que inspiren a tus hijos a coger ideas, motivarse y aprender a comunicar con los demás y con el mundo de otras mil formas.

– Asegúrate de que todos los días tenga ratos de naturaleza y aire libre. Por mucha evolución, al final el ser humano es un primate inteligente que no por ello necesita menos movimiento, actividad física y contacto con los árboles y la vida. Llévale al parque, juega con él, que salte, que corra, que practique manualidades y que gaste toda esa energía física que todos necesitamos quemar, y especialmente los niños.

– Convierte los iPads, tablets y smartphones en una oportunidad de aprendizaje. De todas las apps que ofrece el market hay muchas que son poco útiles y otras tantas que son educativas, con ejercicios para aprender inglés, juegos para desarrollar la creatividad y la estrategia o vídeos para aprender algo sobre Historia o Ciencia. Ya que tu hijo adora esos aparatos que usan sus padres todo el tiempo, aprovecha para incentivarle a jugar a algo que le ayude a desarrollar habilidades o ampliar conocimientos.