Facebook fue el gigante tecnológico que más gastó en intentar influir en el Congreso de EEUU en 2020
Los datos revelados por las grandes compañías tecnológicas sobre su actividad de lobby de cara a los legisladores de EEUU durante el año pasado dejan una mínima caída en el conjunto respecto a 2019, pero una subida notable en el caso de Facebook. La red social invirtió 19,7 millones, por encima de las demás, y además incrementó esa partida más que ninguna otra, en un 18%, tal y como reflejan los datos entregados al Congreso de EEUU y recogidos por CNBC.
Ese dato se entiende mejor en el contexto de las dos demandas antimonopolio con las que Facebook finalizó el año, con varias comparecencias previas de Zuckerberg ante el Senado, y el escrutinio creciente sobre su eventual influencia en el resultado de las elecciones de EEUU, después de que fuera señalada como un factor clave en la elección de Trump. La plataforma también afrontó un boicot publicitario debido a la insuficiencia de sus medidas contra los discursos de odio y acusaciones sobre la baja eficacia de sus esfuerzos contra la desinformación, especialmente la relacionada con el coronavirus.
Todo ello contribuye al escenario paradójico de que Facebook haya hecho frente a un año difícil en términos de imagen, pero excelente en lo que tiene que ver con las cuentas. Eso lo mismo que ha sucedido a otra escala con el segundo mayor inversor en lobby de las grandes tecnológicas en 2020, que fue Amazon. La compañía de Bezos fue una de las grandes beneficiadas por los episodios de confinamiento asociados a la pandemia y gastó 17,9 millones de dólares en intentar influir en los representantes políticos, lo que supone un 11% más que en 2019.
Las otras dos protagonistas de la investigación general sobre tecnológicas que concluyó que operaban en régimen de monopolio dedicaron el año pasado menos dinero a esta actividad. Apple gastó 6,7 millones, un 9% menos, mientras que Google rebajó la partida un 36%, hasta los 7,5. Esta última ya había reducido en un 44% lo que gastó en 2019 y ha entrado en 2021 con hasta tres demandas antimonopolio abiertas.
Las cuestiones en las que cada una de estas empresas intentaron influir son variadas y en casi todos los casos tienen relación con las áreas en las que los reguladores siguen sus pasos: si Facebook incidió en la reformas legales sobre derechos de autor, políticas de contenido o inmigración, Amazon dedicó esfuerzos a propiedad intelectual, banda ancha o reforma postal. Google se centró en regulación publicitaria, leyes de competencia o privacidad digital.
Más allá de los grandes protagonistas, destaca el incremento de dinero invertido de ByteDance, propietaria de TikTok. Pasó de menos de 300.000 dólares en 2019 y casi 2,2 millones en 2020, precisamente para hacer frente al intento de Trump de bloquear sus operaciones en EEUU si no era vendida a una empresa nacional, a causa de presuntos efectos en la seguridad nacional. La empresa china demandó al Gobierno de EEUU por este motivo y el caso sigue pendiente de resolver.