Los medios más importantes de Canadá demandan a OpenAI por infracción de derechos de autor
Una coalición de medios canadienses que incluye a The Globe and Mail, Canadian Press o CBC ha presentado una demanda contra OpenAI bajo la acusación de que estaría utilizando ilegalmente su contenido para entrenar su bot conversacional ChatGPT.
Este movimiento representa la primera acción colectiva de grandes cabeceras de cualquier país para litigar contra la startup.
Con ella los demandantes buscan daños punitivos (una sanción económica ejemplarizante al causante de un daño al que se le vincula mala fe), la devolución de cualquier ganancia obtenida por OpenAI gracias a su contenido y una orden judicial que le prohíba su uso para el futuro.
En concreto, la satisfacción económica que señala la demanda asciende a 20.000 dólares australianos (unos 12.300 euros) por artículo usado.
En la documentación, que se extiende a lo largo de 84 páginas, los editores apuntan que OpenAI habría ignorado avisos sobre derechos de autor, instrucciones específicas para su bot de rastreo y se habría saltado muros de pago para acceder a las piezas.
El caso está ahora en manos del Tribunal Superior de Ontario y supone el primer conflicto legal en Canadá contra la startup de inteligencia artificial.
Esta es la primera acción legal contra la startup protagonizada por una coalición de cabeceras de un mismo país.
De momento, la respuesta de la compañía se ha ceñido a que sus modelos usan «datos disponibles públicamente» bajo los principios de uso legítimo y derechos de autor vinculados a «que son justos para los creadores y potencian la innovación».
Los demandantes consideran que esas alegaciones no tienen base legal porque el periodismo actúa «en interés público», a diferencia de «OpenAI utilizando el periodismo de otras empresas para su propio beneficio».
Para los editores canadienses este es un nuevo frente en una escalada contra compañías tecnológicas.
Previamente, se han enfrentado a Google y Meta por la nueva legislación que obliga a las plataformas a negociar el pago a medios por el uso de su contenido.
De momento, con el resultado de que la primera ha resuelto un acuerdo económico para verse eximida y la segunda ha retirado la información de sus redes sociales para no resultar afectada.
Por su parte, OpenAI acumula procesos judiciales a la vez que va cerrando acuerdos con diferentes cabeceras o grupos de comunicación relevantes, como News Corp, Time o Financial Times.
Además de demandas como las presentadas por The New York Times y varios periódicos locales de EEUU, la startup afronta otra acción legal impulsada por el Sindicato de Autores y un grupo de escritores relevantes como John Grisham y Jonathan Franzen. Todo ello cuando acaba de levantar la mayor ronda de capital riesgo de la historia.