YouTube reduce al mínimo su producción original tras seis años de prueba y error
La apuesta de YouTube por crear programación propia y distintiva queda prácticamente clausurada. Robert Kyncl, director de Negocio de la plataforma, ha informado de que la actividad de la división YouTube Originals quedará ya solo centrada en financiar algunos espacios relacionados con público infantil y voces negras. La decisión coincide en el tiempo con la marcha anunciada para marzo de Susanne Daniels, responsable global de Contenido Original de la compañía y principal impulsora de esa iniciativa.
Este movimiento da carpetazo a los esfuerzos que ha estado haciendo YouTube desde 2016 en el campo de la producción sin una continuidad concreta. Si al principio la idea era competir en el sector del streaming de pago para conseguir suscripciones a su servicio Premium, apenas dos años después se retiró de ese frente porque la competencia era numerosa y el retorno de la enorme inversión resultaba incierto. Toda la programación de Originals pasó entonces a ser de acceso gratuito con el acompañamiento de anuncios, lo que suponía que la plataforma abrazaba más o menos la misma estrategia que Facebook.
De ese periodo el producto más destacable es Cobra Kai, la serie que da continuidad a la saga de Karate Kid. Su aceptación hizo que pasara a Netflix tras dos temporadas como contenido estrella de YouTube Originals. El resto de producciones no alcanzaron demasiada repercusión y su efecto en las suscripciones es incierto. En 2021 la compañía informó de que tenía 50 millones de usuarios de pago en sus servicios Premium y Music, que entre otras cosas permiten un consumo sin anuncios y reproducción en segundo plano.
La plataforma centrará sus esfuerzos en mantenerse como espacio crucial en la boyante economía del creador independiente.
Desde 2018 YouTube Originals se había centrado en producir contenidos en las áreas de música y celebridades. Ahora esa estrategia queda igualmente finiquitada y la compañía dedicará más recursos a potenciar Shorts, su competidor de TikTok en el vídeo corto, y en general a potenciar a los creadores que acoge. Esas personalidades están ahora en disputa entre diferentes plataformas por la audiencia que atraen y el negocio que generan, y en concreto Twitch ha emergido como rival.
YouTube puso los cimientos para la economía del creador independiente que hoy está en pleno auge y en agosto del año pasado informó de que había alcanzado los dos millones de usuarios en su programa Partner. Solo en los últimos tres años ha repartido 30.000 millones de dólares entre artistas, medios y creadores que han monetizado su trabajo mediante las herramientas que les facilita.
