Radio Amazondas

Aparcar el periodismo en Madrid para construir una radio en la selva de Perú

| 13 FEBRERO 2023 | ACTUALIZADO: 30 OCTUBRE 2023 14:07

Desde su proclamación por Naciones Unidas hace once años, el Día Mundial de la Radio es una fecha reservada en el calendario de las cadenas radiofónicas para poner en valor su veterana y fiel contribución en la sociedad, a través de programas especiales generalmente presentados por las voces más reconocidas.

Sin embargo, esta efeméride es también un día que invita a recordar la viveza de otros conceptos de radio, más allá de las aceleradas narraciones de la actualidad, la imposición de las señales horarias o los acalorados debates de analistas. Esta historia es un claro ejemplo que choca frontalmente con ese modelo.

Fátima Donado (Monforte de Lemos, 1991) es periodista, apasionada del oficio y la radio. Desde hace años, tuvo el sueño de desarrollar un proyecto social y comunitario vinculado al periodismo, bajo su perspectiva profesional que nutrió en medios como La SER, elDiario.es o Newtral.

A la fundadora de esta última empresa, Ana Pastor, tuvo que comunicar en 2019 una decisión que le cambiaría la vida: aparcar su rutina personal y profesional en España para construir de cero una radio comunitaria en la selva de Perú. Donado explica a DIRCOMFIDENCIAL que «para mí, internamente, fue una conversación difícil porque no es fácil dejar un trabajo, pero cuando lo exterioricé con ella todo se volvió ligero. Me escuchó y me apoyó. Incluso me entendió. Agradeceré siempre el cariño que recibí».

Fátima Donado
Fátima Donado.

La idea de lanzar un proyecto comunitario surgió tras una conversación informal que mantuvo en un bar con las responsables de Proyecto Iquitos, una escuela que ofrece educación a niños de la localidad peruana Santa Clara de Ojeal, quienes le orientarían para impulsar un proyecto de estas características en esa comunidad.

Financió el proyecto con un crowdfunding

Tenía clara la idea, bautizada con el nombre Amazondas, y el lugar, ese pueblo de 300 habitantes. Quedaba un importante desafío: el de la financiación. Donado comenta que “mi primer pensamiento fue irme con mis ahorros, pero una amiga me recomendó lanzar un crowdfunding. Me parecía un embrollo, pero en cuanto tomé la decisión de hacerlo me sentí muy acompaña y lo disfruté. Fue una locura maravillosa, una experiencia desafiante materializar la idea, hacer un presupuesto, valorar pros y contras y montar un vídeo contándolo”.

A medida que Amazondas iba recibiendo apoyos, aumentaba la convicción de su impulsora: “ahí pensé que esto sí tenía sentido”. Más de tres años después, con el proyecto asentado a las orillas del río Amazonas, lo ratifica.

Amazondas no es sólo una radio que cuenta el día a día de esta comunidad, a través de su emisión en directo y reportajes de podcast. En este proyecto se imparten talleres a los habitantes de la comunidad para elaborar piezas radiofónicas. “Amazondas –explica Donado– es cada día una cosa, pero su esencia es siempre la misma: escucha y creatividad. Un objetivo es que cada persona que participa en los talleres consiga identificar a través de la observación y la escucha una historia, y logren llevarla a cabo desde su propia creatividad para contarla con respeto, emoción y veracidad. Otros objetivos son crear cohesión social, conservar los saberes populares, promover el intercambio Intergeneracional”.

La esencia de la radio Amazondas es “el ritmo y los tiempos, el indiscutible y propio sello de la selva”.

En ese ejercicio de constante escucha dice Donado que comprueba, por ejemplo, “un alto porcentaje de analfabetismo, los intereses y preocupaciones que rondan al pueblo o el tipo de charlas y debates que pueden ser beneficiosos para la comunidad. Por eso, dedicar una tarde completa a enseñar a leer o debatir sobre un tema espontáneo que importa a un colectivo concreto también es Amazondas”.

A diferencia de las grandes emisoras, la esencia de la radio de Amazondas es, a juicio de su impulsora, “el ritmo y los tiempos, el indiscutible y propio sello de la selva. Y eso puede parecer un problema, pero cuando lo aprovechas lo conviertes en una oportunidad. El tiempo te permite observar, analizar, pensar, probar y volver a probar. Y cuando una trabaja con historias humanas, lo más necesario es el tiempo. Y para un proyecto así tienes que tenerlo. No hay espacio para la prisa”.

La pandemia, el episodio más crítico del proyecto

Donado reconoce que la irrupción de la pandemia –cuando el proyecto llevaba seis meses en marcha- fue el episodio más crítico que ha vivido hasta ahora. “El día que se declaró el estado de emergencia –explica– empezaba la reforma de lo que hoy es la radio, un espacio abandonado que nos cedió el pueblo. Tuvimos que cerrar los proyectos, tanto Proyecto Iquitos como Amazondas. Todo se paralizó. Fue un momento crítico, de mucha incertidumbre, preocupación e impotencia. Tres meses después del inicio de la pandemia pude volver a casa y no regresé a la selva hasta un año después. Fue un parón inesperado y me hice muchas preguntas, pero tenía claro que iba a volver para reanudar el proyecto con la misma energía y ganas que la primera vez”.

Desde su restablecimiento, el proyecto ha seguido creciendo, afianzándose como instrumento vertebrador de la comunidad y con nuevos retos por delante, como constituirse como asociación sin ánimo de lucro, para poder recibir apoyos económicos  o becar a jóvenes de la localidad que participan en la radio “para que puedan seguir formándose y perfeccionando una pasión que redescubren cada día como una opción de futuro”.

¿Hasta cuándo durará la aventura radiofónica Amazondas? Donado responde que “mi familia y mis amigos están deseando que vuelva a España, para que esté más cerca, pero no tengo una respuesta ni una fecha. Trato de vivir en el presente para poder entregarme a cada momento. Las etapas se abren y se cierran. Hace 10 años, cuando estaba terminando la carrera, no imaginaba que acabaría montando un proyecto radiofónico en la selva. ¿Te imaginas? Por eso creo que no soy capaz de imaginar algo de dentro de dos, cinco o diez años y acertar”.