Braulio Calleja y Juan M. Zafra, directores de Bez.

Cierra Bez dos años después de su lanzamiento

| 31 JULIO 2017

El 31 de julio, con el cierre del mes, se ha anunciado que Bez echa el cerrojo a su portal. Los periodistas Braulio Calleja y Juan M. Zafra, directores de la publicación digital que naciera allá por 2015, han redactado sendos artículos para despedirse de sus lectores.

Juan Manuel Zafra en«Sueñen, pero no permitan que el poder los adormezca»  le dice adiós a los lectores de Bez haciendo análisis de conciencia.

La intención del medio siempre fue ser libres como así lo dijeron sus codirectores en las primeras entrevistas del medio. «Con ese espíritu nos adentramos en las estructuras del poder reivindicando una segunda transición, la igualdad de oportunidad, la reforma de las instituciones y el diálogo como instrumento principal para desarrollar una democracia sana, tolerante y volcada en la resolución de los conflictos a los que se enfrenta una sociedad sometida al cambio permanente», recuerda Zafra el empuje que llevo al nacimiento del medio.

El pasado mes de marzo llevó a cabo una ampliación de capital de 300.000 euros. De esta manera aumentaba su capital social pasando a tener 1,750 millones de euros. Pese al intento de reflotar el periódico digital, meses después se anuncia su clausura. «Por ahora, nos vamos. También de los fracasos se aprende y la experiencia nos servirá a todos para corregir errores y hacerlo aún mejor en la próxima oportunidad» se lamentaba Zafra.     

En cambio, el articulo de Braulio Calleja ha sido más reivindicativo, ya que culpa a la eterna crisis del periodismo por la desaparición del periódico del que es director. «Los medios de comunicación están hoy en el aprisco de las grandes adormideras de la sociedad –Google, Facebook, Apple, Amazon, Netflix…-, alimentados con alpiste o con cebada, en función de si tienen inclinación por el vuelo corto o por el plácido pastueño. Salirse de ese aprisco, renunciar a entrar en él, lleva a la soledad y al olvido. Y, lo que es peor, a ser incluido en esa categoría social tan denostada, ‘los raros'», se puede leer en “»Al envejecer, los hombres lloran’ mi despedida de bez.es».

Ambos periodistas afirman en sus escritos que lo que les ha pasado factura es la pretendida libertad con la que intentaba trabajar Bez. Calleja avala el pensamiento de que los medios ya no le prestan «la más mínima atención» a las políticas de responsabilidad. Para Braulio Calleja la información no es más que un negocio que impide al periodista ejercer su trabajo con plena libertad. Negocio que empieza a dar de lado a los propios periodistas para dar paso a las maquinas redactoras de noticias. «Mal asunto que la inteligencia se convierta en algo artificial» con esta frase lapidaria termina su articulo Calleja.

«Ese mantra que algunos repiten sin descanso –“Hay que devolver a la sociedad lo que la sociedad nos dio”- no aguanta un asalto. Un mero repaso a las asignaciones de publicidad y patrocinio, en A y en B, nos daría pruebas suficientes para comprobar la gran mentira. Prohombres hechos a sí mismos a golpe de talón bancario en diferido», llega a decir en su despedida Calleja.

Solo 12.000 usuarios en mayo

Bez nació el 28 de septiembre de 2015 en un contexto en el que los medios en España «han perdido un poco la esencia del periodismo por sus implicaciones en operaciones empresariales de gran calado y en intereses político económicos muy claros. El propio país está en un proceso de cambio, de reforma y de regeneración que hemos denominado como una segunda Transición, y nosotros aspiramos a ser el medio de esa segunda Transición», decía Calleja en los inicios.

El medio se fundó de la mano de tres accionistas, dos directores, doce periodistas y muchos colaboradores y corresponsales que aumentaban la plantilla hasta llegar a 80 personas trabajando en Bez.

En lo que respecta a su tráfico, la cifra de sus usuarios únicos se ha ido desplomando durante este año, hasta reportar apenas 12.000 en el mes de mayo, según comScore. Incluso, en junio no llegó a registrar datos. Su techo se produjo en agosto de 2016, con 99.000 visitantes, cantidad ínfima para poder competir en un entorno muy competitivo.

En el plano económico, sus últimas cuentas -que datan de 2015- registraron unas pérdidas de casi 500.000 euros. Según publicó extraconfidencial.com, Bez fue impulsado por el inversor y promotor catalán José Gracia Barba, aunque poco después de su nacimiento le sustituyó Dionisio Sevilla como administrador único.