El 2021 en los medios: de la retención de suscriptores al pago de las tecnológicas
El covid ha asestado un golpe de muerte a muchos sectores. Entre otros a los medios de comunicación, y más concretamente aquellos que dependen de los ingresos del papel o la publicidad y afrontan unas secuelas en forma de reestructuraciones. La parte positiva es que la pandemia ha acelerado la transformación digital y otras tendencias.
Así lo recoge el último informe elaborado por la Universidad de Oxford y publicado por el Instituto Reuters para el estudio del periodismo. Tres de cada cuatro responsables de medios (editores, consejeros delegados y líderes digitales) declara que la crisis sanitaria ha actuado como dinamizador de sus planes de transición digital. Empezando por el teletrabajo y siguiendo por la consolidación de modelos centrados en los lectores. “Nuestra redacción se volvió completamente remota en marzo y desde entonces hemos trabajado así”, apunta al respecto María Ramírez, subdirectora de eldiario.es. “Ya no volveremos a una redacción como la anterior”.
De la misma forma, el 76% considera que impulsar las suscripciones digitales es una vía de ingresos «importante o muy importante», por delante de la publicidad. Hace un año tan sólo lo consideraba así el 25% de los encuestados. Una impresión fuertemente influida por la propia evolución de la pandemia, que ha situado al comercio electrónico en un segundo orden de prioridades.
El promedio de suscripciones a medios subió un 110% durante el último año. Ahora bien, la incógnita a corto plazo está en cómo conservar a los lectores que se abonaron durante el «subidón del covid-19». Algo que puede verse afectado por la caída de la economía. Dos probables consecuencias son las ofertas con descuentos y los precios diferenciales. Medios como el Wall Street Journal ya tienen propuestas especiales para quienes perdieron su trabajo, y eldiario.es ofrece a sus socios en paro la oportunidad de no pagar.
El 76% de los editores considera que impulsar las suscripciones digitales es una vía de ingresos «importante o muy importante», por delante de la publicidad.
Otro de los cambios derivados de la situación actual es la relación con las grandes plataformas, abiertas a pagar sumas significativas a algunos medios por sus contenidos. Alrededor de la mitad de los encuestados (48%) piensa que ese dinero debe ir a una pequeña cantidad de medios “de calidad” y un tercio (32%) prefiere un sistema basado en la cantidad de uso, lo cual daría ingresos a la mayoría. No obstante, los ejecutivos consideran que las plataformas tecnológicas y de redes sociales podrían hacer mucho más aún para apoyar al periodismo.
Apenas un tercio de los encuestados le otorgan a Facebook y Twitter entre tres y cinco puntos en una escala de cinco para medir su compromiso con el periodismo. Apple, Snapchat y Amazon obtuvieron puntuaciones incluso más bajas. Sólo a Google más de la mitad (59%) le dio una calificación regular o buena. Estos resultados son similares a los del último año, con la excepción de Facebook, que mejoró ocho puntos porcentuales.
Para una parte este compromiso no está relacionado con el «dinero sin condiciones», sino con una acción más dura contra el discurso del odio y la desinformación, con más fondos para iniciativas de verificación y desinformación en múltiples plataformas. Otros apuntan a una mayor transparencia en su política de información. «Deberían ser mucho más transparentes con sus algoritmos y comunicar mejor los cambios para permitir que los medios se adecuen y desarrollen mejores estrategias”, dice Christina Elmer, subjefa de desarrollo editorial en Der Spiegel