
El País se declara preparado para ofrecer contenidos de pago
Existen motivos -precedentes- para pensar que quizás no sea más que una nueva posibilidad. El afán por avanzar en la aventura digital por la senda del modelo de suscripción es una idea que lleva años en las cabezas de muchas redacciones y editores. Así y todo, para el grupo Prisa, cuyo perímetro se ha ido mermando a medida que avanzaba la crisis económica, ha llegado el momento de intentar dar el paso al frente para cobrar por sus contenidos digitales.
A estas alturas, el negocio de la prensa ha renunciado a la idea de regresar a los tiempos en los que las cuentas económicas arrojaban márgenes de beneficios abultados. Incluso Internet, que en un principio se tomó como el refugio de muchas empresas editoras a la sangría del papel, ha terminado revelándose como un terreno arbitrario en muchos casos.
No en vano, Prisa considera que los hábitos de consumo en el mercado digital han madurado lo suficiente como “para empezar a facturar por nuestros contenidos en la red y desarrollar una política de big data que nos permita incrementar sustancialmente los ingresos digitales”.
Con esta palabras lo anunció el presidente ejecutivo de la compañía, Juan Luis Cebrián, ante sus accionistas en la Junta del pasado viernes. Según el periodista y escritor, en un contexto en el que la publicidad en el negocio ha caído un 70% y la circulación más de un 50%, resulta prácticamente inaplazable la búsqueda de nuevas vías de ingresos.
Las referencias de Cebrián a este aspecto terminaron ahí. No precisó si desde el grupo están trabajando en un modelo de pago que se active a partir de cierto número de artículos o en un modelo de suscripción con contenidos exclusivos.
El País confía en emprender con éxito esta andanza gracias a los pasos que ha ido dando en este sentido y a ser «el primer periódico en español en todo el mundo»
No obstante, El País confía en emprender con éxito esta andanza gracias a los pasos que ha ido dando en este sentido y a ser «el primer periódico en español en todo el mundo». Su audiencia digital en mayo de 18,7 millones de usuarios únicos según los últimos datos de comScore, si bien es cierto que 2 millones los ha sumado recientemente con la absorción de Cinco Días, que se produjo el pasado mes de abril. Conviene no olvidar que la pretensión de la cabecera es convertirse más pronto que tarde en un periódico «esencialmente digital», como anunció su director Antonio Caño hace algo más de un año.
Lo que sí es seguro es Prisa quiere -al igual que el resto de competidores- poder prescindir lo antes posible de la muleta del papel y desplazar una parte considerable de su peso a la pata digital. En su informe económico del primer trimestre destacaba que el negocio digital representa ya el 18% de los ingresos totales del grupo. La publicidad digital, con una facturación de 10,5 millones de euros, estaba muy próxima a superar la tradicional en prensa (11 millones).
Que finalmente decida adentrarse en la generación de contenidos de pago dependerá únicamente de Prisa. Como el rol «activo» que espera desempeñar en el proceso de consolidación al que se dirige el sector. Se trataría, en fin, de un paso que daría en solitario, toda vez que ninguna compañía editorial se ha atrevido a ello por temor a ceder terreno ante los competidores.
Tal y como reconocía hace unos meses el consejero delegado de Vocento, Luis Enríquez, en declaraciones a DIRCOMFIDENCIAL: «Es mucho más complicado porque en el mercado nacional las alternativas informativas gratuitas son enormes. Entonces los tributos de una marca en un universo informativo como es el online seguramente no nos permitirán en solitario emprender un viaje de ese estilo».