La discriminación de las periodistas en cargos directivos: «Los periódicos siguen siendo de ellos»
“Los periódicos siguen siendo de ellos”. Cinco palabras organizadas en una frase que definen de un plumazo una realidad palpable en el mundo de los medios de comunicación y el tema principal en torno al que giró el último de los debates organizados por la FAPE en colaboración con la Fundación “la Caixa”: la discriminación de las periodistas en cargos directivos.
Precisamente esta conclusión era extraída por la presidenta del Consejo de Género de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), María Ángeles Samperio. En su reflexión, la periodista abría el camino a una conversación en la que, además de tratarse la escasez de paridad en las direcciones de los medios de comunicación, también se habló de la ausencia de figuras femeninas en determinadas secciones, la mínima consulta a mujeres expertas, así como de la dificultad existente a la hora de conciliar o la problemática de la maternidad.
Sobre el primero de los puntos y haciendo referencia a un informe del periódico La Marea, Samperio indicaba que “los hombres siguen copando los puestos directivos en los medios escritos un año más, de los 26 analizados solo cinco están dirigidos por mujeres”, a lo que añadía que algunos, incluso, no cuentan con “ninguna mujer en su estructura directiva” como El Mundo, el Faro de Vigo o El Confidencial.
«Los hombres siguen copando los puestos directivos en los medios escritos. De los 26 analizados solo cinco están dirigidos por mujeres»
En este sentido, la directora de Relaciones con los Medios de la Fundación “la Caixa”, Elianne Ros, apuntó que, sin lugar a dudas, “el techo de cristal sigue ahí”. Sobre este mismo concepto, pero bajo la mirada de otra lente, la catedrática en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense y especializada en Comunicación y Género, Asunción Bernárdez, quiso destacar que el problema podría empezar en la raíz con la minoritaria presencia de referentes femeninos de periodistas en las aulas. “Sólo 9 de las 50 universidades públicas están dirigidas por mujeres y solo el 22% de los catedráticos son mujeres”.
En cualquier caso, el debate no solo otorgó la oportunidad de visibilizar la mencionada desigualdad social, sino que también sirvió para lograr un consenso en lo que a posibles soluciones se refiere, siendo la más popular o ‘materializable’ la aplicación de cuotas, o en su término más “justo” según Bernárdez, “acciones positivas basándonos en la paridad”.
¿La solución está en las cuotas?
La duda es real y la respuesta no es unánime. Y es que, precisamente esta medida, a pesar de contar con el respaldo de muchas profesionales que la perciben como el atajo que necesita en estos momentos el sector, también es entendida por muchas otras personas como una opción por desesperación.
En el caso de Samperio, durante la charla comentó que nunca se había mostrado partidaria en su implantación, pero al ver que “la situación apenas ha cambiado en los últimos cuatro años”, siente la necesidad de remar a favor de este pequeño soplo de aire.
«Si hablamos de igualdad hablamos de las raíces de la democracia, no de la caridad».
Es en la terminología, por su parte, donde Asunción Bernárdez encuentra un obstáculo. Y es que, aunque considera que las cuotas son necesarias, la palabra no le parece acertada: “En sí misma, tiene un matiz negativo e implica algo por lo que tenemos que pagar”. “Si hablamos de igualdad hablamos de las raíces de la democracia, no de la caridad, y si no nos creemos esas raíces, entonces estamos hablando de una involución”.
Por su parte, la también participante, periodista y escritora Mar Abad se mostró muy a favor de que se hagan “políticas activas”. “Hay que dar el empujón, porque venimos arrastrando costumbres y prejuicios”.
Arantza Ruiz Miguélez, directora de informativos de EITB Media, explicó que todavía queda “mucho camino por hacer” y que las profesionales del medio deben “seguir dando pasos y no conformarnos con lo que tenemos, hasta que no sean necesarios debates como éste”.
