En octubre de 2015 Secuoya recibió del Gobierno una licencia para emitir en TDT . El 28 de abril de 2016, fecha límite fijada por Industria para la puesta en marcha de los nuevos canales, arrancaban las emisiones de Ten. Nació con una gran campaña de promoción en medios de comunicación y la aspiración de alcanzar el 2% de share en un plazo de cinco años.
Transcurrido su primer año, el balance es que la televisión de Secuoya sigue siendo una desconocida para aquellos espectadores poco habituados a recorrer con su mando la TDT. Disponer de una licencia no asegura la relevancia y Ten ha acusado su cambio de modelo.
Desde el primer momento los responsables de Ten descubrieron que, pese a su experiencia en la producción de contenidos, desarrollar un canal no resultaba una tarea sencilla; ya fuera por lo costoso de su realización o por el quebradero de cabeza que supone configurar una programación completa.
En mayo del año pasado, su primer mes completo en antena, registró una cuota de pantalla del 0,3%, dato que no ha sido su mayor techo (0,5%) pero sí ha marcado la media en la que se ha venido moviendo la cadena durante sus primeros meses de vida. Tiempo durante el cual el grueso de su parrilla se apoyó en contenidos enlatados, formatos procedentes de cadenas extranjeras.
El viraje hacia una televisión con un 40% de programación propia tampoco ha resultado de momento con lo que esperaban sus responsables
Estos registros del 0,3% de share le situaron a la zaga de la TDT generalista, sólo por delante de la temática Real Madrid TV. Los directivos de Ten reaccionaron a finales del pasado mes de marzo haciendo un ejercicio de autocrítica sobre su lanzamiento y reconociendo que no habían cumplido las previsiones iniciales.
Según su máximo responsable, Raúl Berdonés, Ten había acusado el lento efecto de la resintonización llevada a cabo en abril de año pasado y las dificultades para acceder al contenidos de las majors. En resumen, reconoció que “pecamos de ilusión y de ingenuos pese a que sabíamos que era un camino complicado”. Su receta para enderezar su proyecto fue abrir una nueva etapa con la producción propia como marca de identidad de una televisión ‘blanca’.
Con este objetivo, Secuoya anunció una ‘revolución’ particular y presentó el estreno escalonado de siete nuevos espacios. Esta renovación mantenía la atención fija en el target comercial pero suponía rebajar las pretensiones al 1% de la audiencia en TDT. Berdonés confirmó que si se cumplían los objetivos no tocaría los 22 millones de euros presupuestados para la televisión.
Pues bien, el viraje hacia una televisión con un 40% de programación propia tampoco ha resultado lo que esperaban sus responsables, si bien no ha dado tiempo a que la apuesta funcione. Muestra de ello es que Tendencias, el magacín de tarde presentado por Vicky Martín Berrocal, ha sido cancelado semanas después de su estreno. La razón aparente es su discreta cuota de pantalla, ya que empezó con un 0,3% pero pronto marcó un 0,1%, un dato por debajo de la media del canal y el más bajo de toda la TDT.
Sea como fuere, vuelve a plantear un dolor de cabeza en Secuoya acerca del modelo televisivo a seguir. Por si fuera poco, hace unos días la productora tuvo que hacer frente a la salida de Jaime Guerra, responsable de contenidos desde el verano del año pasado, con rumbo a Mediaset.
En abril, el primer mes tras su cambio de modelo, Ten registró una cuota media del 0,4%, lo que supone una décima de aumento con respecto a marzo. No obstante, esta mejora sí se ha notado en el target comercial que va de los 13 a los 54 años, que es la mayoritaria en el canal. En concreto, la audiencia que de entre 13 y 24 años ha pasado del 0,5% en marzo al 0,6% en abril, mientras la comprendida entre 25 y 44 años ha aumentado del 0,6% al 0,7%.
Por último, Secuoya dio a conocer hace unas semanas sus resultados económicos del año pasado, que cerró con un beneficio de 6,5 millones de euros gracias a su decisión de sacar el canal del perímetro del grupo. Así pues, a día de hoy no es posible conocer el balance de Ten, aunque el propio Berdonés aseguró en marzo que “no se han alcanzado los objetivos de ingresos previstos”
