La Unión Europea pide explicaciones a Meta sobre la desinformación en torno a Israel y las elecciones eslovacas
La advertencia realizada por el comisario Thierry Breton a Elon Musk por la información falsa y descontextualizada que circula por X en el contexto del ataque de Hamas a Israel se ha hecho extensiva a Meta. El responsable de Mercado Interior de la Comisión Europea se ha dirigido a su consejero delegado Mark Zuckerberg para instarle a responder en 24 horas sobre lo que está haciendo para evitar la difusión de esa publicaciones reportadas por distintas fuentes y además alude al “número significativo de contenidos manipulado” detectado antes de las recientes elecciones en Eslovaquia.
Breton recuerda en ambos casos que la Directiva de Servicios Digitales (DSA) obliga a las plataformas a que respondan de forma oportuna, diligente y objetiva cuando se les alerte de que acogen contenido ilegal en territorio comunitario. A diferencia del caso de X, no lanza una acusación directa de dejación de funciones pero sí pide extremar la atención “para garantizar el cumplimiento estricto de las normas”. Facebook e Instagram forman parte del conjunto de plataformas con la supervisión más estricta por tener más de 45 millones de usuarios activos en territorio comunitario. Un eventual incumplimiento de ese marco legal podría conllevar multas de hasta el 6% de la facturación global en un año.
Por su parte Meta ha respondido con un comunicado indicando que tras el ataque de Hamas a Israel creó “un centro de operaciones especiales dotado de expertos para monitorizar de cerca y responder rápidamente a medida que se desarrolle el conflicto”. Y sobre las elecciones eslovacas apunta que los socios verificadores con los que trabaja estuvieron “desacreditando activamente las afirmaciones falsas” que encontraron y recuerda que al etiquetarlo negativamente ese contenido pierde una parte muy significativa de su visibilidad ante los usuarios.
Esa última cuestión reúne dos preocupaciones crecientes para la Comisión Europea. Por un lado, la injerencia en elecciones de países miembros a través de publicaciones manipuladas, algo que la DSA señala específicamente como un riesgo que las plataformas deben atajar de forma demostrable; y por el otro el auge de la inteligencia artificial generativa, que entre otras cosas facilita la creación de contenidos multimedia engañosos con un impacto incierto sobre la opinión de los usuarios. El Parlamento Europeo ha estado trabajando en los últimos tiempos en la creación de un marco legal para esa tecnología, en la que precisamente compañías como Meta están invirtiendo muchos recursos en aspectos como la planificación publicitaria.
