Los laboristas piden a la Oficina de Comunicaciones de Reino Unido que revise la licencia de RT tras un informe sobre injerencias rusas

| 28 JULIO 2020 | ACTUALIZADO: 29 JULIO 2020 9:49

A lo largo de ocho meses el Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento Británico ha estado buscando y revisando evidencias sobre la operativa rusa enfocada en diseminar desinformación en Reino Unido. El resultado de esa investigación es un informe que entre otras cosas pone en el punto de mira a RT, la emisora internacional financiada por el Gobierno de Putin, y los laboristas ya han solicitado a la autoridad reguladora que revise su licencia para operar en territorio británico.

El análisis incluye a esta cadena entre las herramientas que usa Rusia para “promocionar desinformación”, en base a estudios que “han mostrado serias distorsiones en la cobertura proporcionada por emisoras internacionales propiedad del estado ruso”. Su papel aparece destacado en el referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, el caso de estudio que los autores utilizan para explicar los riesgos que supone la actividad desinformativa rusa para los intereses británicos. Según el comité, diferentes estudios “han apuntado la preponderancia de historias pro-Brexit y anti-UE en RT y Sputnik”.

En virtud de ese informe, los laboristas se han dirigido por carta a la Oficina de Comunicaciones (Ofcom) para pedir que observe si hay motivos para replantear la licencia con la que esta emisora opera en Reino Unido. El año pasado el regulador ya impuso a RT una multa de 200.000 libras debido a «serios y repetidos fallos» a la hora de informar de una manera imparcial sobre el envenenamiento de un agente doble y su hija en Salisbury o el conflicto en Siria. En aquel momento Ofcom indicó que “estaba particularmente preocupada por la frecuencia de los incumplimientos” de la emisora financiada por el Kremlin en un “espacio relativamente corto de tiempo”.

Ese no ha sido el único episodio de tensión entre RT y las autoridades británicas. Pocos días antes de la sanción de Ofcom, el Ministerio de Relaciones Exteriores (Foreign Office) de Reino Unido impidió la participación de esta emisora y la también rusa Sputnik en una conferencia global sobre libertad de expresión en Londres debido a su “papel activo en la difusión de desinformación”.