Reflexiones de Julio Ariza: la manipulación mediática y el desprecio por los lectores
En el ámbito de los medios de comunicación, es común encontrarse con manipulación y prácticas prejuiciosas que distorsionan la información y desacreditan a determinados grupos. Julio Ariza, con su perspicacia y agudeza, ha señalado algunos ejemplos claros de esta problemática, enfocándose en dos periódicos destacados: El País y El Mundo.
Ariza comienza su análisis refiriéndose a El Mundo, afirmando que este diario está perdiendo influencia debido a la brecha existente entre quienes redactan las noticias y los lectores. Expresa su descontento al leer un artículo sobre Llanos Másó, elegida presidenta del gobierno balear, donde se le califica de «Ultra católica». Ariza critica el uso de adjetivos calificativos despectivos en la información y anima a los lectores a desprenderse de ellos para lograr una visión más razonable de los hechos.
Luego, Ariza se adentra en la situación de El País, burlándose de la denominación de «defensora del lector» otorgada a Soledad Alcaide. Destaca que es curioso que se utilice el término «lector» en masculino, lo que implica que el diario no tiene lectoras. Además, critica el trato que este periódico dispensa a las mujeres, señalando que no es de extrañar que solo tenga lectores, insinuando así una falta de equidad y respeto hacia las lectoras.
El periodista no se detiene allí y continúa cuestionando la forma en que El País etiqueta a Vox. Mencionando al redactor del periódico, destaca la ironía de que sea él quien defina lo que significa ser «Ultra». Ariza argumenta que estas prácticas desacreditan y estigmatizan a Vox sin un análisis objetivo de sus posturas políticas.
Ariza, con su estilo directo y enérgico, critica la falta de conocimiento de algunos periodistas y la manipulación de la información en estos medios. Hace énfasis en la importancia de eliminar los adjetivos calificativos que desvirtúan la objetividad y de evitar los prejuicios que distorsionan la realidad.
De este modo, Julio Ariza pone en evidencia la manipulación mediática y la falta de equidad en ciertos periódicos, como El Mundo y El País. Su análisis refleja la necesidad de un periodismo más imparcial, que respete a los lectores y evite estigmatizar a determinados grupos políticos. Ariza aboga por la eliminación de los prejuicios y la búsqueda de una información más objetiva y razonable para fomentar un debate abierto y plural en la sociedad.
