The Guardian

The Guardian obtiene más ingresos de los lectores que por publicidad

| 19 OCTUBRE 2018 | ACTUALIZADO: 19 OCTUBRE 2018 12:58

Tras años en el alambre, The Guardian ha conseguido reequilibrar su estructura de negocio. Actualmente obtiene más ingresos de los lectores que por la vía publicidad. Más de 900.000 personas contribuyen a financiar el diario británico a través de una combinación de donaciones, cuotas, suscripciones impresas y digitales o contribuciones únicas.

En total, estas aportaciones representan el 12% de la cifra de negocio de The Guardian. El porcentaje se eleva hasta el 20% dentro de los ingresos totales del grupo.

«Todavía hay demasiada fricción, especialmente en lo que se refiere a dispositivos móviles y la comprensión de las variaciones locales en torno a la forma de la donación y la cantidad, pero dará beneficios en un futuro», ha señalado la directora de clientes del medio, Anna Bateson, en declaraciones a Digiday.

Y es que, mientras que las suscripciones dependen de la relación del lector con el editor, las donaciones tienen sus propios controladores, como las investigaciones del medio o el momento político concreto. También se ven impulsadas por la emoción del lector según Bateson. Por ejemplo, dijo que historias como el rescate de la cueva de Tailandia pueden duplicar o triplicar el número de conversiones.

Las cantidades y los métodos de pago varían según la región. Las donaciones puntuales son más comunes en los Estados Unidos, mientras que las membresías y las contribuciones regulares son más populares en el Reino Unido y Australia. Un modelo flexible que permite a la compañía cobrar una cantidad acorde al perfil d cada lector.

The Guardian está buscando la forma de aumentar la cantidad y la regularidad de los pagos, ya que alrededor del 20% de las personas que han donado lo vuelve a hacer. A tal fin se han realizado muchos experimentos con elementos como el idioma, el diseño, el precio o los boletines informativo.

Todo ello se ha logrado manteniendo abierto el contenido del medio. «La idea de que solo porque The Guardian estaba disponible de forma gratuita significaba que no se podía convencer a la gente de que era algo de valor por lo que querrían pagar se ha demostrado que está equivocada», añadió su directiva.