TV3 se complica el cierre de año por la fuga de anunciantes
TV3 está aprovechando las consecuencias vividas en Cataluña tras la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del procés para recoger unas cifras de audiencia históricas. Sin ir más lejos, el mismo lunes 14 de octubre cosechó un share de 27,4%, su mejor dato diario desde el anuncio de la declaración de independencia por parte del Govern el 27 de octubre de 2017.
El buen momento televisivo de la cadena pública catalana, a la que la crisis independentista ha convertido en líder indiscutible dentro de su comunidad, choca de plano con el delicado momento que atraviesan sus cuentas. Estas comenzaron a torcerse tras la celebración del 1-O, hace ahora dos años, que provocó una fisura en la cartera comercial de TV3 por la que pronto empezaron a fugarse anunciantes.
Lejos de mejorar, la situación se ha agravado con el tiempo. De poco han servido los diversos intentos de su director, Vicent Sanchis, por revertir la imagen negativa de «televisión sesgada» atribuida a TV3.
Ni siquiera la campaña de desprestigio denunciada por Sanchis y su homólogo de Catalunya Ràdio han servido para recuperar la confianza perdida entre aquellas marcas que optaron por retirar su publicidad en el momento más incandescente del desafío independentista. Su facturación publicitaria promedia una caída por encima de los dos dígitos desde entonces, incluyendo un desplome del 33% en agosto de 2018.
A la creación de este caldo de cultivo tampoco ha ayudado la decisión unilateral de su matriz de romper con la gestión comercial conjunta de la Forta a finales del año pasado. El pasado enero la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) empezó a comercializar la venta de toda su publicidad (nacional, regional y local) mediante un equipo interno compuesto por medio centenar de profesionales.
En los primeros nueve meses del año la CCMA ha cosechado unos ingresos publicitarios de 35,7 millones de euros
La andadura en solitario no está siendo fácil. En los primeros nueve meses del año, la CCMA ha cosechado unos ingresos publicitarios de 35,7 millones de euros, lo que representa un descenso del 3,4% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando facturó 36,9 millones por el mismo concepto.
Esta cifra refleja una moderación en la tasa de caída registrada durante el segundo trimestre del año, cuando se contrajo un 4,1%, pero augura un complicado cierre de ejercicio para la editora de TV3. Para este año esperaba facturar 68,2 millones de euros mediante su actividad comercial. A falta de tres meses para su conclusión, las ventas apenas superan la mitad de lo previsto.
Con todo, la corporación catalana tiene asumido que cerrará 2019 con unos números rojos de 4,5 millones de euros, frente a los 5,5 millones del año anterior. La mejora en el resultado se debe a la contención en los costes de explotación, que al cierre del tercer trimestre alcanzaban los 40,8 millones de euros.
Esta cifra representa un ahorro interanual del 15,8% con el que la editora de TV3 trata de compensar la elevada carga salarial, cuyo peso se ha incrementado en diez millones de euros en lo que va de año como por el abono a la plantilla del 10% de la parte de paga extra suprimida en 2013. Así, a 30 de septiembre, los costes laborales ascendían a 129,1 millones de euros, un 7,3% más.
Así y con todo, será la Generalitat de Cataluña la que cuadre las cuentas de la corporación, con una inyección prevista para este año de 230 millones de euros; partida que cubre actualmente cerca del 80% del presupuesto de la radiotelevisión pública catalana.