Disney vende su plataforma publicitaria digital TrueX a Gimbal

| 30 SEPTIEMBRE 2020 | ACTUALIZADO: 30 SEPTIEMBRE 2020 12:20

Disney ha cerrado la venta de TrueX, la tecnología publicitaria que adquirió en el paquete de compra de 21st Century Fox. La empresa compradora es Gimbal, que ofrece servicios de segmentación publicitaria por localización. Según una fuente consultada por The Wall Street Journalhabría pagado menos de 100 millones de dólares por la operación.

La propuesta de valor más conocida de TrueX es solicitar a los usuarios que interactúen con un anuncio en formatos de vídeo a cambio de ver menos o ningún otro formato publicitario. La plataforma indica que de esta forma mejoran tanto la eficacia de las campañas como la experiencia de los usuarios que están viendo el contenido, algo especialmente importante cuando se trata de piezas largas.

De esta forma los anunciantes pueden certificar que hay una persona real delante de la emisión y no un bot, algo especialmente relevante en la televisión conectada, donde el fraude está aumentando de una manera notable. Y a la vez permite saber en qué están interesados los espectadores, con lo que hay datos para refinar las campañas que se les sirven.

La compra por parte de Gimbal va en línea con su estrategia de consolidar posición en la publicidad televisiva, tanto a nivel de streaming como en televisiones conectadas. Este último segmento es la gran esperanza del sector, ya que eMarketer calcula que sobrepasará los 2.000 millones de dólares de inversión en EEUU este año y en 2022 ya estará por encima de los 3.600.

Según Rob Emrich, consejero delegado de Gimbal, no está previsto que haya ningún despido como consecuencia de esta operación, que conformará una empresa rentable con unos ingresos estimados de más de 100 millones de dólares en 2020.

21st Century Fox había adquirido TrueX por alrededor de 200 millones en 2014 y la plataforma iba incluida en los activos que Disney compró por 71.300 millones en 2019. Ya en marzo The Wall Street Journal adelantó que el conglomerado de entretenimiento estaba interesado en venderla, porque no formaba parte de su actividad esencial. La venta permite a Disney obtener fondos en un momento delicado a causa de la pandemia, que contribuyó de forma decisiva a unas pérdidas acumuladas de 4.700 millones en el segundo trimestre por el cierre de sus instalaciones de ocio y el bloqueo de la actividad de sus cruceros.