Mark Zuckerberg.

Facebook se prepara para una eventual deslegitimización de resultados electorales por parte de Trump

| 26 AGOSTO 2020 | ACTUALIZADO: 27 AGOSTO 2020 10:24

Las próximas elecciones presidenciales de EEUU se presentan como el evento más delicado para la historia reciente de Facebook. La plataforma ha comenzado a operar recientemente sobre las publicaciones inexactas o controvertidas de Trump según su normativa y también está preparándose para un posible día después en el que el actual presidente intente utilizar la red social para poner en duda los resultados. Así lo cuenta The New York Times, cuyas fuentes indican que está sobre la mesa la posible cancelación de publicidad política tras la votación para evitar su posible uso desinformativo.

Esa medida iría en línea con el eventual bloqueo de estas funcionalidades en los días anteriores a las elecciones. Bloomberg contó a mediados de julio que la empresa estaba barajando esa posibilidad para impedir su utilización de cara a difundir mensajes falsos o incorrectos. En la medida en que la plataforma no permite verificar el discurso de representantes políticos, esa sería una posible alternativa para evitar problemas similares a los registrados en las elecciones ganadas por Trump en 2016. La investigación de Cambridge Analytica impulsada por The Guardian demostró la eficacia de la combinación entre desinformación y las capacidades de segmentación de la publicidad en Facebook para movilizar votos en estados clave.

Esos preparativos coinciden con la escalada de Trump contra las plataformas sociales por presunto sesgo anticonservador, algo por lo que Zuckerberg fue preguntado en repetidas ocasiones en la histórica comparecencia de los consejeros delegados de Apple, Google, Amazon y Facebook ante el subcomité Antimonopolio del Congreso de EEUU. Esa situación podría ir a peor en consonancia con el hecho de que la red social ahora abre la puerta a los verificadores a que operen sobre opiniones y editoriales “basados en información falsa subyacente”.

Por otro lado, Facebook está sometido a presión para mitigar los discursos de odio y la desinformación, como demuestra la carta firmada por 20 fiscales generales de EEUU o el reciente boicot publicitario que sigue vigente en algunos casos, mientras que en otros ya ha sido levantado. Precisamente la alta inversión en publicidad política ha contribuido a aminorar el impacto de ese cese de inversión.

El inédito escenario en el que Facebook tenga que tratar al presidente en ejercicio como una posible amenaza hacia el proceso electoral también es asumido en Twitter o YouTube, que están igualmente inmersos en preparativos para las elecciones. En el primer caso los encontronazos con Trump van en ascenso, ya que Twitter ha marcado como falsos, incorrectos o contrarios a su normativa algunos tuits.