La televisión conectada impulsa a Magnite a la espera de entrar en las versiones con anuncios de Netflix y Disney+

| 15 NOVIEMBRE 2022 | ACTUALIZADO: 16 NOVIEMBRE 2022 10:55

Magnite es cada vez más un gran operador publicitario para televisión conectada. Sus cuentas del tercer trimestre reflejan un incremento del 29% en los ingresos asociables a ese soporte y el porcentaje de facturación (descontados los costes de adquisición de tráfico) ha aumentado del 38% al 44% en un año, después de que superara a móvil y escritorio por primera vez en aquel periodo. Esa apuesta por un espacio en crecimiento dota a la empresa de cierto carácter anticíclico en un momento en el que las circunstancias macroeconómicas han hecho que la planificación se detenga o reduzca en muchos casos.

Para el SSP independiente más importante del mercado la gran oportunidad al respecto da comienzo en estas últimas semanas del año, con el estreno de las versiones con publicidad de Netflix y Disney+. Con la segunda tiene ya un acuerdo que espera ampliar para capitalizar la entrada de los anuncios en su nueva modalidad, a partir de diciembre. La cuestión en ambos casos es ver cuánto del inventario que pongan a disposición de anunciantes y agencias se tramita a través de entornos de programática, frente a la venta directa de sus equipos comerciales.

La previsión de Magnite es en todo caso obtener “un flujo de efectivo libre muy saludable” en 2023 gracias a estas incursiones, en las que su servidor publicitario especializado SpringServe es un activo relevante para competir con otros actores. Además ha suscrito sendos acuerdos con Vizio y LG, fabricantes de aparatos de televisión conectada, para que esas capacidades les ayuden a generar mayor negocio con impresiones publicitarias.

En solo un año el peso del soporte ha pasado del 38% al 44% de la facturación general de la compañía y la previsión es que el crecimiento se acelere.

Pese a ello Magnite mantiene conservadoras sus previsiones de ingresos para lo que queda de año. Su facturación en el tercer trimestre fue de 145,8 millones de dólares, un 11% más que en 2021, y las pérdidas fueron prácticamente las mismas, 24,4 millones. Todo ello en un contexto de costes más bajos de lo previsto debido a la reducción de contrataciones, el ajuste a la baja del gasto en instalaciones o la rebaja de lo pagado por tecnología y alojamiento en la nube. Tampoco figuran ahí los costes reales de la operativa de marketing, que en parte han sido aplazados hasta el último trimestre del año.