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Meta protege su negocio publicitario en la Unión Europea con una suscripción para Facebook e Instagram

| 31 OCTUBRE 2023 | ACTUALIZADO: 31 OCTUBRE 2023 19:42

A partir de noviembre, los usuarios europeos de Meta que no deseen ver publicidad durante sus sesiones en Facebook e Instagram podrán evitarla abonando una suscripción de 9,99 euros al mes vía web o 12,99 en dispositivos móviles. Este movimiento, adelantado previamente por The Wall Street Journal y confirmado ahora por la compañía, le permitirá compañía defender ante tribunales y reguladores que les está ofreciendo una opción distinta al rastreo de información que usa para segmentar la publicidad que les muestra.

Ese argumento hace uso precisamente de lo esgrimido por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) como posibilidad en un fallo de julio, en el que sugería que, “si es necesario”, el cobro de una “tarifa adecuada” por un servicio alternativo equivalente podría resultar un encaje viable para las actuales prácticas del gigante de la web social. Y ese es el único resquicio por el que a día de hoy Meta considera que podría encajar su rastreo publicitario con lo establecido por el Reglamento General de Datos (RGPD) sobre obtener el consentimiento de los usuarios para utilizar su información.

A falta de saber cuántas personas se deciden por esta nueva alternativa, Meta ha anunciado igualmente que a partir del 1 de marzo del año que viene aplicará una tarifa adicional de 6 euros al mes en web y 8 en iOS o Android por cada cuenta adicional que un usuario añada en sus servicios. Eso implicaría un coste creciente para aquellos usuarios que estén haciendo un uso comercial o profesional de esas plataformas, especialmente en el caso de Instagram y los creadores independientes.

Ahora queda por ver si esas condiciones encajan dentro de lo que el TJUE considera “necesarias” y “adecuadas”, aunque el colectivo proprivacidad noyb que impulsó esa causa ya ha anunciado que luchará contra el enfoque “pagar o aceptar”. Y también si las autoridades de protección de datos creen suficientemente equilibrada la propuesta como para no exigir más cambios en nuevas intervenciones regulatorias. De hecho, la agencia correspondiente en Noruega ordenó a Meta pocos días después del fallo del TJUE que dejara de servir publicidad personalizada en Facebook durante tres meses y pidió al resto de organismos equivalentes de los estados miembros de la UE que hicieran lo mismo.

El gigante de la web social intenta blindar sus prácticas de seguimiento con la oferta de una versión alternativa de pago que se ajuste a lo que la Justicia europea dejó entrever como viable.

Meta se ha visto acorralada en los últimos tiempos en la Unión Europea a medida que tribunales y reguladores invalidaban sus argumentos de interés legítimo o derecho contractual para seguir operando con datos de sus usuarios sin un consentimiento expreso. Todo ello en el marco de un escenario legal comunitario que ha ido haciéndose más restrictivo, ahora con la Directiva de Servicios Digitales (DSA). Y en ese contexto anunció hace algunos meses su intención de pasar a un sistema basado en el permiso explícito, del que formaría parte la nueva opción de pago.