Associated Press advierte a sus periodistas de que no pueden publicar contenido generado mediante ChatGPT
La agencia Associated Press (AP) ha publicado una pequeña guía para sus redactores en el contexto del auge de la inteligencia artificial generativa, que además toma forma en su libro de estilo con una decena de nuevas entradas. La compañía, que ha cerrado hace algunas semanas un acuerdo de uso de contenido publicado desde 1985 por parte de OpenAI, avisa precisamente a sus periodistas de que no deben usar su sistema ChatGPT para crear piezas con intención de publicarlas. Sí les invita a “experimentar con precaución” bajo premisas concretas.
Entre ellas, la de que ningún miembro de la organización podrá utilizar herramientas de ese tipo para alterar fotos, vídeos o audio. La del contenido multimedia eventualmente falso o manipulado con esa tecnología es una cuestión de importancia creciente y AP insta a sus redactores a abstenerse de transmitir imágenes “de las que se sospeche que son representaciones falsas de la realidad”. Una excepción sobre esa norma es una ilustración u obra de arte generada así que pueda ser noticia, y cuyo origen deberá ser claramente indicado en el pie de foto.
En general, la agencia recomienda a sus trabajadores redoblar la precaución y el escepticismo ante contenido del que no tengan fuente certificada, ante la posibilidad de que haya sido creado mediante inteligencia artificial por motivos interesados. Y les pide que intenten trazar su origen, hagan búsquedas inversas de imágenes o consulten medios de confianza para comprobar su validez. Ante la duda les prohíbe utilizar la pieza no verificada.
La guía ha sido elaborada por Amanda Barrett, vicepresidenta de estándares e inclusión, que explica en ella que “el rol central de los periodistas no va a cambiar y no vemos la inteligencia artificial como un reemplazo para ellos en ningún caso”. De hecho, el nuevo escenario demanda de ellos mayores dosis de juicio editorial, perspectiva ética y cautela.
La adaptación de medios o agencias a la rápida evolución de esa tecnología está siendo desigual y su impacto es todavía incierto en la mayor parte de los casos. Si Axel Springer la ha abrazado para contribuir a la reducción de plantilla en Bild de cara a ajustar costes, The New York Times acaba de actualizar sus términos de uso para vetar la ingesta de su archivo de contenido para entrenar ese tipo de procesos.
