Casi el 70% de los fondos europeos de Google ha ido a medios que ya existían antes de 2000
Entre 2015 y 2019 Google ha invertido 150 millones de euros en financiar a editores europeos a través de su programa Digital News Initiative (DNI), y la mayor parte de ese dinero ha sido recibido por medios consolidados que han afrontado el declive de su negocio con la llegada de internet. Esa es una de las conclusiones que se puede extraer del estudio de la Fundación Otto Brenner y la Federación Alemana de Sindicatos (DGB), que analiza los datos de alrededor de 600 proyectos que han recibido apoyo económico del gigante de las búsquedas.
Según Alexander Fanta, uno de los coautores de este informe, este reparto tan desigual se correspondería con la intención de Google de usar esa financiación para obtener coberturas más favorables por parte de marcas periodísticas establecidas en dificultades. Eso ayudaría a explicar que medios de Alemania y Francia hayan sido los más beneficiados de ese esquema de financiación, ya que ambos son escenarios tradicionalmente beligerantes con los grandes actores tecnológicos de EEUU.
En España, que ocupa la cuarta posición en esa lista por detrás de Reino Unido, pasa algo similar. Google cerró aquí su servicio de noticias en 2014 ante la entrada en vigor de la nueva Ley de Propiedad Intelectual y ahora hay un nuevo frente abierto con la demanda de Cedro por el impago de derechos de autor por contenidos usados en Discover.
Esta última cuestión es clave para entender el enfrentamiento prolongado entre la industria de los medios y Google, pero el estudio refleja que ambas partes han compartido bando a la hora de afrontar la creciente regulación a favor de la privacidad en la Unión Europea. La entrada en vigor del Reglamento General de Proyección de Datos supuso un primer gran obstáculo para el seguimiento de usuarios con ánimo de segmentarlos comercialmente, algo que perjudicaba a ambos negocios en la medida en que las herramientas publicitarias de Google son un estándar para la mayor parte del sector. Todo ello en un escenario de competencia por esas planificaciones que mantiene a los editores en permanente queja sobre lo que entienden que es abuso de posición por parte del gigante tecnológico.
De hecho Google ya está bajo investigación en Italia por ese aspecto y se prevé una nueva causa antimonopolio en ese ámbito en EEUU, que se uniría a la que ya afronta por sus prácticas en búsquedas. En todo caso, la empresa estadounidense ha tendido un nuevo puente a los medios en forma de un programa de pago que ya cuenta con la desconfianza de la Asociación de Medios de Información (AMI) en España.