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Google alerta a los australianos de que la regulación propuesta empeoraría sus servicios

| 19 AGOSTO 2020 | ACTUALIZADO: 20 AGOSTO 2020 10:15

Australia vive un pulso entre los gigantes tecnológicos y el Gobierno a cuenta de la normativa por la que los primeros deberían pagar a los medios. Google publicó recientemente una carta abierta a todos los ciudadanos del país para explicar por qué considera que esa normativa le obligaría a proveer peores servicios para esa sociedad y ese gesto fue respondido por la Comisión de Competición y Consumidores de Australia (ACCC) con una acusación de desinformación.

El documento de Google se sustancia en tres ideas sobre el código de conducta en discusión: le forzaría a dar una ventaja en búsquedas a los medios frente a otros negocios, lo que supone una injusticia para estos últimos; tendría que dar los datos de los usuarios que hacen esas búsquedas a los medios, sin que sepa qué harían con ellos; y supone un marco de pagos no razonable a la industria, que ignora los ingresos que esos medios generan cada año en clics y la nueva propuesta de licencia de contenidos, además de poner en riesgo el modelo gratuito de Google y YouTube en Australia.

Rod Sims, presidente de ACCC, ha aclarado ante esas afirmaciones que el gigante tecnológico no tendrá por qué cobrar a los australianos por servicios que hoy son gratuitos, a no ser que lo decida por propia iniciativa. Y de la misma forma apunta que no tendrá que compartir datos adicionales con los medios si no lo determina así.

Ha recordado igualmente que “el borrador del código permitirá a las empresas informativas australianas negociar un pago justo por el trabajo de sus periodistas que se incluye en los servicios de Google. Y eso abordará el problema del desequilibrio de poder entre los medios australianos y Google y Facebook”.

El 28 de agosto termina el periodo de consultas sobre ese documento, que en principio da a las grandes tecnológicas una ventana de tres meses para negociar un pago justo a los medios desde el momento de su aprobación en el Parlamento.

Del desarrollo de esta iniciativa pueden depender nuevas respuestas similares en otros países del mundo, en los que los medios están afrontando una situación muy difícil debido al desplome de los ingresos por la crisis del coronavirus. En concreto en Australia el Gobierno estima que Google y Facebook se llevan alrededor de un tercio de cada 100 dólares australianos invertidos en publicidad online, mientras que un reciente informe de la autoridad de la competencia británica (CMA) apunta cuotas superiores al 90 y el 50% para ambas en lo relativo a publicidad en búsquedas y display.