Jordi Juan: «La Vanguardia tiene menos tirada pero muchísima más influencia»
«Cada decisión que tomas a la hora de afrontar una exclusiva, plantear una portada o enfocar un tema para la web ya no son los 140 años de historia, sino el impacto que tiene hoy en día». De esta forma exponía Jordi Juan durante su entrevista en el Foro de la Comunicación la responsabilidad que conlleva el ejercicio de director de La Vanguardia.
Los micrófonos del programa se desplazaron hasta la sede del Grupo Godó, en Barcelona, para conmemorar el 140 aniversario de la cabecera catalana. Gonzalo Bans, presentador del espacio, y Julen Ariza, editor de DIRCOMFIDENCIAL, conversaron con Jordi Juan acerca de su primer año al frente de la naviera de La Vanguardia, donde se ha forjado periodísticamente.
Tras un periplo de cinco años en el que dirigió la comunicación de la aerolínea Spanair y la agencia Vitamine, Juan se reincorporó a La Vanguardia en 2015 para relanzar la versión digital, coincidiendo con una decidida expansión nacional. «Somos un diario muy arraigado en Cataluña pero con voluntad de estar presente en el resto de España». Y para alcanzar ese propósito resultaba crucial la apuesta por la propia web. «Hicimos un producto en la web mucho más enfocado a la audiencia en España, al contrario que en el papel».
Su regreso sentó las bases de una estrategia que ha llevado a La Vanguardia a liderar el ranking de lectores web en España. «El año pasado de doce meses, diez fuimos primeros, según Comscore. Esto vale lo que vale, porque además ahora todo estamos enfocados en las suscripciones. Mucha gente comienza a vernos como un diario español y de hecho en enero abrimos una delegación en Valencia de cinco personas y es un prototipo que, si nos funciona, pensamos continuar en otros lados».
En octubre desplegaron su producto de suscripción, que aspiran a convertir en un importante vector de negocio con el tiempo. Mientras tanto, la edición impresa de la publicación resiste la crisis del papel con una masa de 60.000 suscriptores diarios. «Me atrevería a decir que La Vanguardia tiene mucha menos tirada pero muchisíma más influencia. Y siendo importante la web, el papel es nuestra marca, el seniority«, destacó Juan.
«El periodismo debe estar en el sitio. Has de captar la esencia de lo que sucede porque la noticia se cuece donde se produce»
Con una redacción a un cuarto de su capacidad por las restricciones sanitarias, su director reconoce que el periodismo puede terminar acusando la falta de contacto social. «El periodismo debe estar en el sitio. Has de captar la esencia de lo que sucede porque la noticia se cuece donde se produce y no la sustituye ni el teléfono ni una llamada telemática».
El entrevistado relaciona el éxito de esta longevidad centenaria a la pluralidad del medio. «Muchas veces eres consciente de que publicando determinadas noticias estás contribuyendo a dar fuerza a unas ideas que no son tuyas ni del diario, pero el periodismo debe prevalecer», señaló. Y si bien aseguró que las presiones son inherentes al puesto que ocupa, tiene la convicción que la libertad de una cabecera depende del número de lectores que la apoyan.
En la tertulia posterior, el director adjunto de Godó Strategies, Pablo de Porcioles, definió la transición al pago digital como un «paso natural» que permitirá conocer más al lector y abrir líneas de ingresos más personalizadas. En este sentido, Pau Rodríguez Urquidi, Chief Marketing Officer en La Vanguardia, considera que los esfuerzos de la redacción deben estar en hacer entender a los lectores que esta transformación plantea una línea de mejora continúa en el producto que pagan.