La continuidad de Javier Monzón como presidente de Prisa está en manos del Consejo

La imputación de Javier Monzón en el marco de la investigación sobre la presunta corrupción del Partido Popular en Madrid afecta directamente al cargo de presidente no ejecutivo que ejerce en el Grupo Prisa.

El reglamento interno de la compañía establece que como un miembro del consejo asume la condición de investigado, como es el caso del que fuera presidente de Indra, deberá comunicar esta circunstancia. Después la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo elaborará un informe que será elevado al consejo de administración.

Este órgano será el encargado de tomar una decisión definitiva a partir del análisis. La Comisión de Nombramientos de Prisa está presidida por Sonia  Dulá e integrada por los vocales Javier Gómez-Navarro, Béatrice de Clermont-Tonnerre y Joseph Oughourlian, con quien Monzón mantiene un pulso por el control del grupo. Xavier Pujol Tobeña ejerce como secretario.

Fuentes oficiales de la editora de El País informan en relación a esta imputación “el consejo de administración aplicará en todo momento lo previsto en su reglamento y la legislación aplicable».

Esto incluye la posibilidad de requerir a Monzón que ponga su cargo a disposición del consejo. Una opción que contempla el propio reglamento «cuando se viesen negativamente afectadas, de manera significativa, la honorabilidad, idoneidad, solvencia, competencia, disponibilidad o el compromiso con su función necesarios para ser consejero de la sociedad».

Monzón fue nombrado consejero de Prisa en 2017, tras haber sido propuesto inicialmente como sustituto de Juan Luis Cebrián en la presidencia. Meses después de su entrada en el órgano fue designado presidente no ejecutivo.