Disney

La industria de EEUU consolida el final de la era del volumen para streaming con un 14% menos de series

| 14 FEBRERO 2024 | ACTUALIZADO: 15 FEBRERO 2024 12:32

En los últimos 15 años el número de series televisivas solo ha descendido dos veces en EEUU, según el tradicional seguimiento de la red de cable FX: la primera, con motivo del coronavirus y las limitaciones que conllevó para los rodajes en 2020; y la segunda ha quedado certificada en 2023, con un 14% menos de producción que avala el giro de toda la industria hacia el ajuste de costes centrado en el streaming. En la medida en que esos servicios venían impulsando en los últimos años la creación general de contenidos para atraer a usuarios, su reducción de compras y encargos para enfilar el camino de la rentabilidad es clave para entender el dato.

Ese cambio de paradigma arrancó a mediados de 2022 y en la segunda mitad del año la caída de espacios comisionados para la audiencia de EEUU cayó hasta un 24% respecto al año anterior, según datos de Ampere Analysis. Esa abrupta rebaja llegó semanas después de que Netflix anunciara que había perdido usuarios por primera vez en una década y en parte como consecuencia del reproche de los mercados a las compañías que habían estado acumulando pérdidas para sumar clientes.

En esos meses ya comenzó a hablarse del final de la era peak tv o pico de la televisión, como se conoce al periodo reciente en el que no dejaba de crecer la oferta televisiva cada año, y las previsiones anteriores quedaron totalmente desmentidas. La reducción de estrenos no impidió que 2022 terminara con un aumento neto de contenidos lanzados por televisiones convencionales y streaming, hasta los 600, pero el efecto de la tendencia ha quedado al descubierto en 2023.

En esa caída del 14% también se deja notar la retirada de Google y Facebook de un campo en el que invirtieron mucho algunos años antes para después tirar la toalla, y hay un cierto efecto de las huelgas coincidentes de guionistas y actores durante semanas. Pese a todo, los 516 contenidos de ese tipo suponen la mayor cifra desde que FX empezó a recoger los datos, solo por detrás de 2019, 2021 y 2022.

El periodo iniciado aproximadamente en 2015 como consecuencia de la inversión creciente de las plataformas de streaming toca a su fin en un contexto de búsqueda de rentabilidad.

De hecho la evolución ha sido más que notable desde que FX recoge los datos. En 2009 registró 210 series y en 2015 ya eran 422, especialmente por el impulso que supuso para la producción que Netflix empezara a generar sus propios contenidos en 2012. Es en ese año cuando la expresión peak TV, acuñada por el ejecutivo John Landgraf, hace fortuna como descripción de lo que supone el auge del streaming en términos de oferta. Pero ya en enero del año pasado Ampere Analysis anunciaba que el crecimiento de la inversión en contenido televisivo caería a mínimos de una década en busca de la rentabilidad. Y eso explica igualmente las subidas de precios en EEUU.