Disney aplicará una reducción de costes adicional de 2.000 M e invertirá menos en contenido

Unos resultados mejores de lo anticipado en el tercer trimestre del año, cuarto de su ejercicio fiscal, no han evitado que Disney plantee un ajuste suplementario de 2.000 millones de dólares en sus costes. El incremento deja la cifra prevista en 7.500 millones de ahorro y en esa senda de control de gastos sumada a aumento de precios el gigante de los contenidos dejó los números rojos del streaming en 387 millones, un 74% menos frente a los 1.470 millones registrados el año anterior que acabaron precipitando la sustitución de Bob Chapek por Bob Iger al frente de la compañía.

El objetivo para esa división se mantiene en alcanzar la rentabilidad dentro de 12 meses y para ello Disney plantea un recorte de inversión en contenido de los 27.000 millones ejecutados este año hasta 25.000. En todo caso la partida inicial planteada para este ejercicio alcanzaba los 30.000, pero se ha visto rebajada por el impacto de las huelgas de guionistas y actores por falta de acuerdo con los estudios. La primera se resolvió hace algunas semanas y la segunda acaba de entrar en trámites de resolución.

Según concretó el director financiero Kevin Lansberry, ambas han afectado sobre todo al 60% del presupuesto de la compañía para contenido, el de entretenimiento, mientras que el 40% restante se dedica a derechos deportivos o espacios relacionados. El efecto transversal en todo el sector se ve igualmente en que Netflix prevé que su gasto en contenidos se situará en torno a 13.000 millones a cierre de este año frente a los 17.000 previstos en primera instancia. Esa tendencia es beneficiosa a corto plazo para las cuentas, pero puede ser problemática más adelante si las plataformas no disponen de películas o series atractivas para atraer y retener suscriptores en los próximos meses.

En ese aspecto el gigante del entretenimiento cerró el año fiscal con algo más de 112 millones de suscriptores a Disney+ gracias a los cerca de siete millones agregados en el último trimestre, de los que en torno a dos millones escogieron la versión con anuncios. Ese plan sigue teniendo de momento una aceptación minoritaria, con algo más de cinco millones de clientes en total, pero su crecimiento es rápido porque ya concentra alrededor del 50% de las nuevas altas. Su contribución ayudó a que el ingreso medio por usuario de la plataforma aumentara un 2% hasta los 6,7 dólares, así como a que la división registrara un crecimiento de facturación del 4%.

El gigante de los contenidos aumenta a 7.500 millones los ajustes de gastos previstos en un escenario de reestructuración de la empresa en el que la rentabilidad del streaming es crucial.

Sobre el papel esos datos irán a más con la anunciada integración de su contenido con el de Hulu, que pasará a ser propiedad exclusiva de Disney cuando alcance un acuerdo con Comcast sobre el valor del 33% de la plataforma que mantiene esta última. Según Iger, reunir ambos servicios en una sola aplicación redundará en una mejor retención de los usuarios y un mayor atractivo para los anunciantes porque podrán planificar en ambas de manera más sencilla. El tercer elemento de la ecuación del streaming es ESPN+ porque tendrá eventualmente aplicación propia en el contexto del declive del cable y su impacto sobre el tradicionalmente rentable negocio de la emisión de derechos deportivos, que desde ahora tiene división propia en los resultados.