Televisión Española (TVE) no está llevando sus 60 años tan bien como los 50. Para empezar, la celebración de su sexagésimo aniversario se ha visto empañada por las múltiples acusaciones de censura y manipulación informativas que llegan desde dentro y fuera de la casa. Una circunstancia que tiene su efecto en la audiencia, cuya confianza y fidelidad a la cadena pública ha caído considerablemente en los últimos años, hasta el punto que sólo uno de cada diez espectadores creen en la objetividad de sus informativos.
Tampoco ayudan sus datos de audiencia actuales como grupo, los cuales se encuentran a mucha distancia de los registrado por la cadena pública hace una década, en 2006, cuando La 1 cerró con una cuota de pantalla del 18,3%. Y ello pese a que este año han contado con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, un evento que históricamente solía ayudar a TVE en el objetivo de disputarse el liderazgo de audiencia con Mediaset y Atresmedia. Sin embargo, hoy por hoy estas dos compañías caminan muy lejos y a la dirección de la corporación no le queda otra que aguantar el tipo con una programación mucho más barata y limitada que la de sus competidores.
A falta de unos informativos líderes y unos programas de producción propia que cuenten con el apoyo de la audiencia, a TVE le queda el mundo de la ficción. La cadena pública obtuvo este miércoles seis galardones en los XVIII Premios Iris, que convoca y otorga la Academia de la Televisión. Fue reconocida con el premio al Mejor actor para Eusebio Poncela por su papel del cardenal Cisneros en la ficción histórica ‘Carlos, Rey Emperador’; y el Premio del Jurado para ‘Virtuosos’, de La 2.
Pero la gran vencedora de la noche fue la serie de La 1 ‘El Ministerio del Tiempo’, que hizo pleno al lograr los cuatro premios a los que aspiraba: mejor ficción, dirección, guión y actriz para su protagonista Aura Garrido. Un baño de reconocimiento que hace olvidar las dilaciones y dudas que pesaron sobre el consejo de administración de la corporación en la decisión de renovar por una tercera temporada la ficción creada por Pablo y Javier Olivares.
De hecho, el visto bueno no se produjo hasta el pasado mes de septiembre, cuando el año anterior el asunto se resolvió en marzo. Los consejeros dieron su aprobación una vez emitidos todos los capítulos de la segunda temporada, que sufrieron una paralización de varias semanas por decisión del equipo de programación.
El sistema de financiación de RTVE no le permite obtener réditos económicos de los programas de ficción premiados por la crítica.
Así, tras asegurarse la continuidad de ‘El Ministerio del Tiempo’ una temporada más, TVE puede presumir del prestigio que le reporta la ficción, una apuesta que se comenzó a hacer durante las etapas de Luis Fernández y Alberto Oliart. Aun cuando su actual sistema de financiación le impide obtener rédito de estos reconocimientos, la Academia ha decidido premiar el modelo de entretenimiento que apoya la cadena pública frente al que realizan cadenas privadas como Telecinco, que pese a manejar un presupuesto mucho mayor se fue de vacío en los Iris.
Y es que cada vez es más fuerte el eco de voces que reclama una vuelta de la publicidad a RTVE. Fuentes del sector audiovisual defienden que deshacer la reforma aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero permitiría a la corporación alcanzar la estabilidad financiera; lo que a su vez facilitaría la contratación y el encargo de nuevos contenidos con los que nutrir su programación. Así como las renovaciones y promociones de los espacios que acogen actualmente.
El último actor en pronunciarse a favor de esta solución ha sido la Asociación Española de Anunciantes (aea), que la semana pasada instó al Gobierno a abordar el problema estructural de la corporación. En un comunicado, la asociación aseguraba que “la Ley de Financiación de RTVE ha demostrado ser un fracaso y solo una vuelta de la publicidad limitada solucionaría, de manera real y determinante, el problema de la crisis en la que está inmersa. Los patrocinios culturales y deportivos, única comunicación comercial permitida, no alivian, en gran medida, la situación al tiempo que se mantiene limitada la capacidad de expansión del sector publicitario que contribuye a dinamizar la economía”.
En este sentido, la aea sostenía que «esta medida contribuiría a devolverle competencia a un sector que representa, según el Observatorio de la Publicidad en España, impulsado por la Asociación Española de Anunciantes, un 1,2% del PIB”. La propuesta liga con un planteamiento que ronda el sector desde hace tiempo, según el cual el retorno de RTVE al mercado publicitario provocaría un efecto de bajada en las tarifas de la publicidad televisiva, donde la mayor parte de la tarta va a parar a las manos del duopolio.
Ahora bien, este paso, sostienen estas fuente, debería estar precedido por una recuperación del posicionamiento y credibilidad del grupo RTVE, toda vez que los operadores privados tratarían de rehuir el pago de la tasa y los ingresos publicitarios no logarían compensar la merma de esta vía.
