
Wells Fargo apunta que Netflix debería abrazar el vídeo corto para competir con YouTube
La rivalidad entre Netflix y YouTube por absorber consumo de usuarios y rentabilizarlo publicitariamente tendría que desembocar en que la primera se abra en algún momento al vídeo corto.
Eso es lo que sostiene Steven Cahall, analista de Wells Fargo, que en una nota reciente explica que la estrategia debe basarse en acuerdos multianuales con creadores que hoy se centran en la plataforma de Google.
Ese análisis no está en realidad muy lejos de lo que Netflix ya sopesa internamente. De hecho, en la última presentación de resultados celebrada en abril su consejero delegado, Ted Sarandos, señaló que está «constantemente buscando tipos diferentes de contenidos y creadores de contenidos».
Esa reflexión estaba sobre todo vinculada al auge de los podcast audiovisuales, pero el vídeo corto es a su vez una palanca clave para promocionarlos.
En opinión de Cahall, ese formato encajaría perfectamente con el enorme catálogo de Netflix y le ayudaría a «navegar los cambios generacionales» a los que se puede atribuir una parte esencial del éxito de YouTube.
Además, tendría mayor sentido como catalizador para la experiencia que ofrece en su aplicación móvil, que ha sido recientemente actualizada para incorporar precisamente un flujo de vídeos verticales.
Uno de sus analistas cree que que la plataforma debería atraer a creadores que actualmente centran su actividad en el entorno de Google.
Netflix y YouTube están abocadas a ampliar los espacios en los que compiten en la medida en que cada una aspira a consumo tradicionalmente dominado por la otra.
Si la primera está interesada en atraer eventualmente a podcasters en vídeo que generan mucho tiempo de visionado y negocio publicitario creciente a la segunda, se da el caso inverso con el impulso cada vez mayor de YouTube para acoger contenido largo y de calidad que pueda verse en televisión.
Esa confluencia progresiva coincide con el hecho de que ambas compañías figuran de manera recurrente como los dos servicios de streaming que más tiempo absorben en la medición de Nielsen en EEUU. Y el auge de ambas es clave para explicar que en mayo por primera vez el streaming captara más tiempo de consumo de los usuarios que la suma de la televisión tradicional y el cable.
Además, ambas se están encontrando en un modelo mixto tras partir desde extremos diferentes. Netflix comenzó siendo una plataforma de suscripción que en los últimos años ha abierto la puerta a la publicidad y YouTube arrancó con un modelo de ingresos publicitarios que ha ido apuntalando con un negocio de suscripciones.