Los anunciantes pierden 3,5 millones de dólares al día con el fraude publicitario

| 14 DICIEMBRE 2017 | ACTUALIZADO: 15 DICIEMBRE 2017 8:16

El fraude publicitario se ha revelado como un problema que afecta a todo el entorno digital. Cuanto más se indaga en la raíz de la falta de transparencia en la publicidad de Internet, mayores son los efectos que se revelan.

Google se está tomando muy en serio este problema. Tras anunciar en octubre su decisión de no comprar más inventario en aquellas webs que no contengan el archivo ads.txt (siglas de authorized digital sellers), acaba de hacer público un estudio en el que cuantifica el impacto que tiene para los anunciantes estas prácticas

3,5 millones de dólares al día. Según calcula Google, es el dinero que están perdiendo los anunciantes con la reventa no autorizada de inventario y la suplantación de dominios en 16 de los medios digitales más relevantes del mundo, como son The Washington Post, Daily Mail, Turner, The New York Times y USA Today.

La suplantación de dominios se produce cuando un vendedor reemplaza la URL de un sitio inapropiado por la de un dominio legítimo, creando impresiones falsas sin que los DSPs puedan detectar este fraude.

Precisamente, el estudio, que ha sido elaborado por un consultor independiente, llega a estas cifras tras comparar los informes del servidor de anuncios de estas plataformas con los de Google AdSense. Así, concluye que este ritmo de fraude provoca pérdidas por un valor aproximado de 1.300 millones de dólares al año.

Sean mayores o menores, estos números ponen en evidencia las cantidades millonarias que tiran los anunciantes por el sumidero cuando creen que están comprando espacios en webs de referencia. Razón por la cual el estudio anima a seguir las recomendaciones de Google y ejecutar campañas programáticas en aquellos sitios acreditados con archivos public.txt.txt.

La idea de iniciar esta investigación surgió de una iniciada previamente en el Financial Times, donde se descubrieron 25 intercambios de anuncios en los que se desviaba el inventario. En respuesta, los medios han empezado a compartir los datos que van detectando para la utilización de ads.txt.

Sara Badlet, directora de publicidad programática de The New York Times, asegura en declaraciones a Digiday que el periódico envía cartas cada semana solicitando a los cibercriminales que cesen la falsificación de dominios. Por su parte, su homónimo de The Washington Post, Jason Tollestrup, asume que esta práctica nunca se detendrán y que la única vía para ponerle coto es una mayor adopción de ads.txt.