Meta sopesa pagar a medios por usar su contenido para entrenar sus procesos de IA
La compleja relación entre Meta y la industria de los medios puede dar próximamente otro giro inesperado.
Según fuentes consultadas por Business Insider, el gigante de la web social está considerando pagar a medios por el acceso a contenidos de mejor calidad y con mayor rapidez para potenciar el entrenamiento y la utilidad de sus herramientas de inteligencia artificial con texto, vídeo e imágenes.
Hasta la fecha está basando ese trabajo en el vasto inventario de publicaciones en Facebook e Instagram, pero asume las limitaciones de calidad que conlleva.
Ese debate interno se produce en el contexto de una retirada progresiva de la compañía de las noticias, con el cierre de su pestaña específica en los pocos mercados en los que operada y una reducción de 2.000 millones de dólares para proyectos vinculados con medios solo el año pasado.
Pero la necesidad de contar con inventario abundante de contenidos de calidad es cada vez más acuciante, como demuestra que Meta también llegara a sopesar la compra de la editorial Simon & Schuster.
Además, la estrategia del gigante de la web social pasa por regalar el uso de esa tecnología de forma que pueda convertirse en un estándar sobre el que hacer negocio más tarde. Para ello compite abiertamente con otros gigantes tecnológicos como Google y Microsoft, pero también con startups especializadas como Anthropic y OpenAI, que lleva la delantera al resto en acuerdos con actores de la industria de los medios. De hecho, esta última acaba de sumar News Corp a una lista creciente de socios que incluye Prisa Media, Le Monde, Associated Press, Financial Times o Axel Springer.
Equipos de la compañía debaten esa alternativa ante la realidad de que el inventario de contenido de usuarios no tiene a menudo calidad adecuada.
La eventual entrada de Meta en ese mercado contribuiría a elevar las cantidades que las principales cabeceras pueden negociar por la licencia de sus contenidos, especialmente aquellas que acreditan archivos históricos de décadas.
Ese puede ser el caso de The New York Times, que demandó a OpenAI y Microsoft bajo la acusación de haber utilizado su trabajo sin pagar y que hasta la fecha no ha anunciado ningún otro movimiento en ese área al margen de un nombramiento editorial para explorarla.
Ya en la presentación de resultados del primer trimestre del año, en abril, la compañía incrementó de forma notable su previsión de costes precisamente por las inversiones en inteligencia artificial generativa y explicó que espera que tarde años en ofrecer rendimiento.
De momento, la está aplicando de manera progresiva en su negocio publicitario para facilitar la creación de campañas y también experimenta con ella en proyectos como el de bots conversacionales para influencers en Instagram. Además, le está permitiendo usar cada vez menos datos de sus usuarios, algo crucial en la ofensiva regulatoria contra su modelo tradicional.